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CANALES: No, ya tengo mono de hospital. LO PUEDES CREER? Yo...

Efectivamente, los cuentos que nos contaban nuestros mayores eran preferentemente de lobos, así que una vez relatado por Emilio el del lobo Juan y María García, intervino Pilarina con el del Lobo Xuan, complicado por la dificultad del “falage”, pero Pilarina es un experta en la Lengua Llionesa y en el arraigo de costumbres antiguas de las tradiciones.
Había que prestarle la atención suficiente para que no se escapara el detalle de la máxima final que guardan los cuentos con un trasfondo moralista como era este.
Ella se movió con libertad por el escenario… tiene tablas y eso se nota! Se encargó de “romper el hielo” al inicio del Calecho al contarnos la anécdota de los porteadores de la Virgen de la Piedad, en aquella procesión de Semana Santa, que ya conocíamos, pero no por eso fue menos graciosa. Por la mente de todo el pueblo Canales, allí convocado, procesionó la imagen de la Virgen de la Piedad y sus cofrades. Para desternillarse de la risa… os lo aseguro, y la gente respondió como era de esperar … tronchándose. Creo que los hijos siguen arrastrando el trauma. Avergonzados aún vetaron su asistencia al Calecho. … Ya sabéis, son todavía muy jóvenes … y subrayan y magnifican ciertos avatares de la vida… en este caso, gases difíciles de controlar, jajajá
Y dimos paso a un cuento muy meloso, el del gato miguelín. Qué bonito! Carmenchu supo perfectamente transformar las voces y cómo nos prestó…!
Ya le comenté yo que su intervención me parecía muy fácil y es que se ve que a ella no le cuesta ser melosa…, no es cardo, Carmina, no!
O al menos fue un encanto yendo a recoger a Fermi y Lola a la estación y ya sabéis lo importante que es enviar a un emisari@ que sirva de presentación a los que esperábamos en el cine de Canales.. Me contaron que también se apuntaron a la recepción de bienvenida Almudena y José Mª y que hicieron de cicerones con ellas en días posteriores, por la zona del pantano y Aralla que ellos conocen tan bien. Gente como ellos nos facilitaron el camino …., nos lo pusieron fácil.
Y casi estaba maullando Carmenchu, transformada en el gato Miguelín, diciendo “ahora meo en casa… ahora meo en casa…” cuando salta un vozarrón que casi hizo ponerse en pié a la sala, al tiempo que se organizaba una posible estampida… Y no era para menos con aquel: AL LOBO!
Gilio hizo que viviéramos aquellas escenas con auténtico realismo. Si os acordáis del cuento, se hacía intervenir a cuatro personajes, Rosales, Marciano, Caín y Ruco, y os puedo asegurar un detalle que no tiene desperdicio.
El cuento estaba, como lo otro, tri-ensayado. Durante los ensayos se acogía en el cine al que en aquellos momentos se encontrara o quería de alguna manera ayudar. Entre estos estaba Miguel, el hermano de Carmina, que la llevaba en coche, como a una reinona!. Creo que era la primera vez que yo coincidía con él de forma tan próxima (ya que el pueblo es grande y las aficiones distintas…) y os puedo asegurar que por algún extraña razón, en esos días Miguel dejó de ser “el perolas” (creo que en referencia a su exprofesión) y pasó a ser Miguel. Estuvo pendiente de lo que se necesitara… solícito…. gracioso… como un auténtico anfitrión.
Yo, mientras no tocaba mi intervención (que fue doble) me relajaba escuchando y contemplando el ambiente y la reacción de los demás.
Y os puedo asegurar que cada vez que Gilio entraba en situación, la cara de Miguel estaba tan expectante como si de un chaval se tratara, y cuando sonaba el nombre del Ruco, sus ojos le hacían chiribitas!. Podéis creerme porque es así… Lástima de grabación para que viérais el interés… el cariño… y la satisfacción que se percibía en esa cara.
En los ensayos con Gilio, que ya sabéis que es un auténtico showman nos hizo pasar muchísima risa. Se encabezonó con el burro de Mocete cuando el guión decía Teresa, y eso le preocupaba, de tal manera que la Secre, le dijo: Gilio, no pasa nada, queda muy bien el cuento también con el burro sea de mocete. A lo que él discrepó: Pero si es que eso no se lo iba a creer nadie y menos la gente del pueblo. Es totalmente imposible ver pastar al burro de Mocete en la finca de Pepe el Cojo… Y eso todo el mundo lo sabe. Este error es imperdonable!.
El día de la actuación el burro fue el de Teresa y además ya lo denominó como Lucerito, posible bocado del lobo que resucitó en la fragua de los Viñayos. Fue una actuación estrella, creedme.
¿Os hacéis una idea de cómo disfrutamos?
Abrazos para los contadores de cuentos.- Mariajesús Morla

Querida moza de los castañales, abro este calechito, después de tantos días echa unos "zorros".. o "lobos" o lo que sea... jaja, con este catarroooo que tengoooo... y veo tu crónica, nuevamente, enriquecedora. Gracias por contar todos los momentos felices que hemos pasado juntos. Besitos y ahora, creooo... que ¡me encuentro mejor!...... jajaja

Lola, lolita, lola............... donde te has ido?

la lola anda arastritas con sus malestares? como estan esos dedos?

Mas negros que los angelitos de Machín.

? no has ido a urgencias?

Nooooooooooooo, mañana tengo que trabajar, y si voy a urgencias igual me tiento y cojo la baja, jajaja.

! pues tientateeeee! jaja

No, ya tengo mono de hospital. LO PUEDES CREER? Yo ando al revés del mundo, en vez de tener un "síndrome" postvacacional.