Veladas de invierno 3ª parte
En inviernos de tanta nieve como este es cuando se aparece la dama de blanco.
--Bueno papa no empecemos otra vez con esas tonterías.
--Tonterías, vamos que no te recuerdas de hace veinte años lo que le paso a Enrique el Chato.
--Si que le dio algo de repente y se murió sin decir ni pío.
--Sin decir ni pío no, que dos días antes si que dijo todo lo que tenía que decir, sino escuchar..........
Habíamos ido a la feria del ganado del pueblo vecino, a media mañana como ya teníamos los negocios hechos, pensamos en volver, Enrique dijo que tenía que ver a una persona y que volvería mas tarde. Recordar que cuando nosotros regresábamos empezaba a nevar otra vez, llegamos cuando se estaba haciendo de noche le comentamos a tu madre que como Enrique se entretuviera lo iba a pasar mal en el camino. Pues si mi memoria no me falla y creo que no. (Porque la tengo mejor que muchos jovencitos). A media noche llamaron a la puerta con mucha insistencia, nos levantamos y encontramos a Enrique sin conocimiento, al lado de la casa, lo metimos y lo colocamos al lado del fuego y tu madre le preparo algo caliente, cuando pudo hablar esto es lo que dijo..
Se le había hecho tarde para venir, la persona que estaba con el le dijo que se quedara a pasar la noche, pero el cabezón como una mula, le dijo que hacia mucho tiempo que dormía en su cama y que una nevada mas o menos no le iba a detener….. Pues venia en su potro por el camino y no veía nada con la ventisca, los lobos aullaban cada vez mas cerca (dijo que nunca había pasado tanto miedo) cuando empezó a divisar las luces del pueblo, un lobo le cortaba el paso y otros dos le acechaban por detrás, el pobre caballo no quería dar ni un paso y el ya se daba por muerto, cuando se le apareció una señora toda vestida de blanco, le dijo que bajara del caballo y le diera la mano. Enrique contesto que si bajaba los lobos le degollarían y no vería más la luz del día.
Ella le sonrió……Aun no es tu hora, primero tienes que arreglar algunas cosas.
Mª Luisa Blanco
En inviernos de tanta nieve como este es cuando se aparece la dama de blanco.
--Bueno papa no empecemos otra vez con esas tonterías.
--Tonterías, vamos que no te recuerdas de hace veinte años lo que le paso a Enrique el Chato.
--Si que le dio algo de repente y se murió sin decir ni pío.
--Sin decir ni pío no, que dos días antes si que dijo todo lo que tenía que decir, sino escuchar..........
Habíamos ido a la feria del ganado del pueblo vecino, a media mañana como ya teníamos los negocios hechos, pensamos en volver, Enrique dijo que tenía que ver a una persona y que volvería mas tarde. Recordar que cuando nosotros regresábamos empezaba a nevar otra vez, llegamos cuando se estaba haciendo de noche le comentamos a tu madre que como Enrique se entretuviera lo iba a pasar mal en el camino. Pues si mi memoria no me falla y creo que no. (Porque la tengo mejor que muchos jovencitos). A media noche llamaron a la puerta con mucha insistencia, nos levantamos y encontramos a Enrique sin conocimiento, al lado de la casa, lo metimos y lo colocamos al lado del fuego y tu madre le preparo algo caliente, cuando pudo hablar esto es lo que dijo..
Se le había hecho tarde para venir, la persona que estaba con el le dijo que se quedara a pasar la noche, pero el cabezón como una mula, le dijo que hacia mucho tiempo que dormía en su cama y que una nevada mas o menos no le iba a detener….. Pues venia en su potro por el camino y no veía nada con la ventisca, los lobos aullaban cada vez mas cerca (dijo que nunca había pasado tanto miedo) cuando empezó a divisar las luces del pueblo, un lobo le cortaba el paso y otros dos le acechaban por detrás, el pobre caballo no quería dar ni un paso y el ya se daba por muerto, cuando se le apareció una señora toda vestida de blanco, le dijo que bajara del caballo y le diera la mano. Enrique contesto que si bajaba los lobos le degollarían y no vería más la luz del día.
Ella le sonrió……Aun no es tu hora, primero tienes que arreglar algunas cosas.
Mª Luisa Blanco
