IN MEMORIAM
Querido amigo Canor: esta noche pasada tuve un intenso sueño en el que tú fuiste el protagonista.
Que bien se te distinguía recién llegado al Cielo. San Pedro te recibió en las mismas puertas, te tomó la filiación para tu nuevo y eterno destino. Tú le presentaste tu cartilla de filiación con todo lo que acá abajo fuiste e hiciste, tus andaduras, familia que dejaste y el pueblo amado por el que tanto te moviste. San Pedro te apuntó un siglo menos un trienio de vida terrenal con todo lo que te tocó pasar durante el mismo, seguro que nuestro PADRE SANTO lo tiene en cuenta para que compute a efectos de gozar a su lado en tu nueva Vida Eterna.
Una vez firmabas tu llegada, un sastre celestial te tomó las medidas para tu definitivo uniforme con alas blancas. San Pedro te acompañó hasta el mismo JEFE y postrándote ante EL, te recibió, mientras tuvo una charla cercana contigo. Te preguntó: “Canor, como te fue por ahí abajo?”. Tu respuesta fue inmediata: “DIOS MÍO, no me puedo quejar. Pasé por variopintas vicisitudes, como bien sabes, y aunque muchas no fueron nada fáciles, las asumí y afronté como mejor pude”. Seguidamente te volvió a preguntar: ¿Qué fue lo que más te impactó, ahora que ya no estás físicamente entre ellos?. Sin titubeos, tampoco dudaste en contestarle al SANTÍSIMO: “ Como bien sabes, SEÑOR, tuve trato directo con humanos y con animales. Hay veces que la mala fama la tienen estos últimos, pero el ser humano es el único que por diferencias, intereses, falta de respeto……, hace crueles guerras como la que yo sufrí en mis propias carnes y es capaz de matanzas y fusilamientos, a veces entre hermanos. Yo saco en conclusión que las ovejas se llevaban mejor entre ellas”. Pero quise a mi familia y amigos y ellos me correspondieron con creces, por eso te doy las más sinceras gracias, SEÑOR”. Acto seguido DIOS te invitó a pasar al Paraiso Eterno, en el cual le tenía reservado un lugar con un cartel que ponía “el buen pastor de Canales”.
Canor, gracias por tu amistad y que ojalá ahí arriba nos podamos ver cuando nos toque. Descansa en paz.
Querido amigo Canor: esta noche pasada tuve un intenso sueño en el que tú fuiste el protagonista.
Que bien se te distinguía recién llegado al Cielo. San Pedro te recibió en las mismas puertas, te tomó la filiación para tu nuevo y eterno destino. Tú le presentaste tu cartilla de filiación con todo lo que acá abajo fuiste e hiciste, tus andaduras, familia que dejaste y el pueblo amado por el que tanto te moviste. San Pedro te apuntó un siglo menos un trienio de vida terrenal con todo lo que te tocó pasar durante el mismo, seguro que nuestro PADRE SANTO lo tiene en cuenta para que compute a efectos de gozar a su lado en tu nueva Vida Eterna.
Una vez firmabas tu llegada, un sastre celestial te tomó las medidas para tu definitivo uniforme con alas blancas. San Pedro te acompañó hasta el mismo JEFE y postrándote ante EL, te recibió, mientras tuvo una charla cercana contigo. Te preguntó: “Canor, como te fue por ahí abajo?”. Tu respuesta fue inmediata: “DIOS MÍO, no me puedo quejar. Pasé por variopintas vicisitudes, como bien sabes, y aunque muchas no fueron nada fáciles, las asumí y afronté como mejor pude”. Seguidamente te volvió a preguntar: ¿Qué fue lo que más te impactó, ahora que ya no estás físicamente entre ellos?. Sin titubeos, tampoco dudaste en contestarle al SANTÍSIMO: “ Como bien sabes, SEÑOR, tuve trato directo con humanos y con animales. Hay veces que la mala fama la tienen estos últimos, pero el ser humano es el único que por diferencias, intereses, falta de respeto……, hace crueles guerras como la que yo sufrí en mis propias carnes y es capaz de matanzas y fusilamientos, a veces entre hermanos. Yo saco en conclusión que las ovejas se llevaban mejor entre ellas”. Pero quise a mi familia y amigos y ellos me correspondieron con creces, por eso te doy las más sinceras gracias, SEÑOR”. Acto seguido DIOS te invitó a pasar al Paraiso Eterno, en el cual le tenía reservado un lugar con un cartel que ponía “el buen pastor de Canales”.
Canor, gracias por tu amistad y que ojalá ahí arriba nos podamos ver cuando nos toque. Descansa en paz.
