Una señora muy hermosa sale de bañarse y el esposo entra para hacer lo mismo.
En eso tocan a la puerta, y el marido le dice:
__Mi amor. Envuélvete en la toalla y ve a ver quien es.
La señora abre la puerta y ve al vecino con 500 dolares en la mano.
__ Éste se le queda mirando y le dice:
__Si deja caer la toalla le doy estos quinientos dólares.
La damita se queda pensando, pero ve la mejor oportunidad de ganarse esa platica por un detalle tan pequeño, al fin y al cabo ni su vecino ni ella se lo dirán a nadie, por lo comprometedor del caso.
Ni corta ni perezosa deja caer la toalla, quedando como Dios la echó al mundo.
El vecino le entrega los 500 dólares y sale sonriendo y frotándose las manos.
Cuando la señora cierra la puerta, el esposo le pregunta
__ ¿Quién era mi amor...?
__El vecino de enseguida, Contesta la esposa.
__ ¿Te entregó 500 dólares que me debe...?, Pregunó el marido.
La esposa pensó por unos instantes, pero vió que no había otra alternativa y respondió con una tristeza inmensa....
__Si mi amor... Aquí los tengo.
En eso tocan a la puerta, y el marido le dice:
__Mi amor. Envuélvete en la toalla y ve a ver quien es.
La señora abre la puerta y ve al vecino con 500 dolares en la mano.
__ Éste se le queda mirando y le dice:
__Si deja caer la toalla le doy estos quinientos dólares.
La damita se queda pensando, pero ve la mejor oportunidad de ganarse esa platica por un detalle tan pequeño, al fin y al cabo ni su vecino ni ella se lo dirán a nadie, por lo comprometedor del caso.
Ni corta ni perezosa deja caer la toalla, quedando como Dios la echó al mundo.
El vecino le entrega los 500 dólares y sale sonriendo y frotándose las manos.
Cuando la señora cierra la puerta, el esposo le pregunta
__ ¿Quién era mi amor...?
__El vecino de enseguida, Contesta la esposa.
__ ¿Te entregó 500 dólares que me debe...?, Pregunó el marido.
La esposa pensó por unos instantes, pero vió que no había otra alternativa y respondió con una tristeza inmensa....
__Si mi amor... Aquí los tengo.
