OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

CANALES: LOS HOJALATEROS (6)...

LOS HOJALATEROS (6)
Cuando llegó el momento, buscó con sigilo un lugar alejado que le pareció seguro, oculto por los ramajes de los arbustos de la orilla del río. Allí, a luz de la luna, parió en silencio, clandestinamente, sin testigos, aguantando los dolores del alumbramiento sin un suspiro.
Temerosa reprimió su llanto y el de su hijo ahogándolos en su pecho.
Sólo dio rienda suelta a su dolor horas después, cuando se dio cuenta de que el silencioso recién nacido estaba muerto; tal vez llegó a comprender que ella misma lo había matado al oprimirlo contra su cuerpo para impedir sus gemidos.
Enloquecida, abrazando el raquítico cuerpo contra su seno, corrió sin tino por la ribera, lastimándose con las ramas de salgueras, aligustres y lentiscos, hasta que cayó al río.
En la semipenumbra del amanecer se debatió contra la corriente. Volteada una y otra vez, golpeado todo su cuerpo contra las piedras del fondo, sintió que se estaba ahogando. Arrastrada hasta un remanso, pudo al fin sostenerse sobre sus pies. Descubrió entonces que el río que había perdonado su vida le había arrebatado al niño.
Corrió aguas abajo escudriñando en cada poza, en cada remanso, entre las ramas que se hundían en las orillas, sin sentir los arañazos de los arbustos de la ribera.
Cesó en su búsqueda cuando el sol estaba alto. Para entonces ya no tenía lágrimas que llorar ni voz para lamentarse.