Adela un momento que yo le di a Miguel normas para no malcriarlo, yo no quiero un ahijado caprichoso, eso si quiero que sea
feliz, que juege mucho, que caze ratones y que sepa valorar todo lo que tiene. Caramelos no fueron muchos los que tiramos, pero es que Calechin tiene que saber desde pequeño lo que es la austeridad.