De desagradecidos está el infierno lleno.
De dinero y calidad, la mitad de la mitad.
Dijo la sartén al cazo: quítate allá, que me tiznas.
Dime con quien andas, y te diré quien eres.
Donde menos se piensa, salta la liebre.
Entre sastres no se pagan hechuras.
El muerto al hoyo y el vivo al bollo.