El 28 de febrero
algo muy triste ha pasado,
en el pueblo de Canales,
todas las casas temblaron.
Donde más se hizo notar
fue en el Barrio Valdoreo,
ya que todas las gallinas,
formaron un gran cacareo.
Las gallinas de Perpetua
se echaron todas al corral,
creyendo que la raposa
las venía a desplumar.
En el Barrio de Somata,
el temblor también llegó,
ya que algunos de sus vecinos,
salieron al corredor.
María Vega se arrodilla
pidiéndole a Dios clemencia,
que venga su Casimiro,
para dejarle la herencia.
A los cuatro meses justos,
Casimiro regresó,
y de recuerdo le deja,
un nenito y un yoyó.
Un matrimonio sin hijos
siente la cama temblar,
pero su pánico es tanto,
que no se atreven ni a hablar.
Por fín Tino le dice a María:
Esto no ha sido un temblor,
esto han sido los ladroenes,
que vienen a por el millón.
Canor.
algo muy triste ha pasado,
en el pueblo de Canales,
todas las casas temblaron.
Donde más se hizo notar
fue en el Barrio Valdoreo,
ya que todas las gallinas,
formaron un gran cacareo.
Las gallinas de Perpetua
se echaron todas al corral,
creyendo que la raposa
las venía a desplumar.
En el Barrio de Somata,
el temblor también llegó,
ya que algunos de sus vecinos,
salieron al corredor.
María Vega se arrodilla
pidiéndole a Dios clemencia,
que venga su Casimiro,
para dejarle la herencia.
A los cuatro meses justos,
Casimiro regresó,
y de recuerdo le deja,
un nenito y un yoyó.
Un matrimonio sin hijos
siente la cama temblar,
pero su pánico es tanto,
que no se atreven ni a hablar.
Por fín Tino le dice a María:
Esto no ha sido un temblor,
esto han sido los ladroenes,
que vienen a por el millón.
Canor.