Hola, parece un bosque encantado, yo cuando era pequeño recuerdo ir con mi abuelo que tenía una
finca algo lejos y pasábamos por ahí para ir arar y cuando recogían el trigo o centeno, pero así son las cosas, todos queremos trabajar en las ciudades y seguro que muchos si quieren seguir viviendo, tendrán que volver al
campo para subsistir, tal como se presentas las cosas.