Con motivo de nuestro primer cumple, estoy, con vuestro permiso, haciendo día a día una fotografía de calecho, pero personaje por personaje. Así tal cual yo siento a cada componente de esta amada concurrencia. Ayer fue el turno de nuestra querida Teso, hoy les toca, a nuestros insignes "PATRICARCAS".
LOS PATRIARCAS.-
En mi niñez me crie en un adorable hogar (Bar Angelín-Rosales), por lo que le doy infinitas gracias a Dios. Mi familia estaba compuesta por dos deliciosos abuelos, unos padres inmejorables y una encantadora hermana, con la que a veces tenía mis disputas por aquello de que el triciclo me tocaba a mí... pero éste ya es otro tema. A mi allí me inculcaron amor, cariño y respeto. Que orgulloso y agradecido me siento por ello. Mis padres siempre les llamaban a mis abuelos, "Patrones", y lo hacían siempre con suma satisfacción. El cariño y el respeto siempre estaban muy presentes, cuando ésto sucedía.
Ahora aquí, en este estupendo calecho, cuando el término "patrones" lo sustituyo por "patriarcas" siento dentro de mí que algún esquema mágico, comienza a repetirse.
Gracias queridos Patriarcas por todo lo que nos dais, cercanía, experiencia, desenfado y mucha familiaridad. Vuestro mérito está ya comentado, pero no por ello pierde valor. Mientras más avanzamos en el tiempo, más nos damos cuenta de lo que significais para nosotros estando ahí. Mil gracias por darnos vuestro cariño y apoyo incondicionales. Este sábado pasado, cuando nos reunimos para comer los demás en nuestro querido pueblín, vosotros degustasteis, desde vuestra mesa, también ese pulpo con el que os sumasteis a la causa, luego Pilar nos llamó y ese día en el que este calecho había quedado prácticamente vacío, vosotros dos estuvisteis aquí atizando junto con otra buena gente. Eso se tiene en cuenta, Pilar y Gilio. Eso se valora, queridos y apreciados Patriarcas y eso nos hace decir, mientras os sentimos cercanos: VIVAN NUESTROS PATRIARCAS ¡.
LOS PATRIARCAS.-
En mi niñez me crie en un adorable hogar (Bar Angelín-Rosales), por lo que le doy infinitas gracias a Dios. Mi familia estaba compuesta por dos deliciosos abuelos, unos padres inmejorables y una encantadora hermana, con la que a veces tenía mis disputas por aquello de que el triciclo me tocaba a mí... pero éste ya es otro tema. A mi allí me inculcaron amor, cariño y respeto. Que orgulloso y agradecido me siento por ello. Mis padres siempre les llamaban a mis abuelos, "Patrones", y lo hacían siempre con suma satisfacción. El cariño y el respeto siempre estaban muy presentes, cuando ésto sucedía.
Ahora aquí, en este estupendo calecho, cuando el término "patrones" lo sustituyo por "patriarcas" siento dentro de mí que algún esquema mágico, comienza a repetirse.
Gracias queridos Patriarcas por todo lo que nos dais, cercanía, experiencia, desenfado y mucha familiaridad. Vuestro mérito está ya comentado, pero no por ello pierde valor. Mientras más avanzamos en el tiempo, más nos damos cuenta de lo que significais para nosotros estando ahí. Mil gracias por darnos vuestro cariño y apoyo incondicionales. Este sábado pasado, cuando nos reunimos para comer los demás en nuestro querido pueblín, vosotros degustasteis, desde vuestra mesa, también ese pulpo con el que os sumasteis a la causa, luego Pilar nos llamó y ese día en el que este calecho había quedado prácticamente vacío, vosotros dos estuvisteis aquí atizando junto con otra buena gente. Eso se tiene en cuenta, Pilar y Gilio. Eso se valora, queridos y apreciados Patriarcas y eso nos hace decir, mientras os sentimos cercanos: VIVAN NUESTROS PATRIARCAS ¡.
Mensaje
Me gusta
No