Un saludo para todos en estas primeras tardes de otoño, aunque lleve tiempo si entrar en el calecho no por ello os olvido, al recorrer el pueblin en esta tardes donde vacambiando el paisaje del verano por estas tardes otoñales donde los árboles van cambiando las hojas con esos ocres tan maravillosos y donde el trajinar de las gentes del pueblo con el acarreo de la leña para encender las cocinas, donde antaño se reunian todos al calor del fuego y se contaban las historias, yo algunas tardes me siento en el banco de Teresa con Anita y alguno más que se nos añade y recordamos los viejos tiempos cuando el pueblo adolecia de muchas cosas pero estaba repleto de gente.
El otoño ha llegado
muy despacito
sin hacer alharacas
ni meter ruido
las hojas de los árboles
se van muriendo
el amarillo brilla
como el lucero
el tronco se desnuda
de sus miserias
el ropaje brillante
que antes tuviera
cuando el sol del verano
brillaba en ellas
cobijando a su sombra
a los chiquillos
que jugaban alegres
cual pájarillos.
El otoño ha llegado
muy despacito
sin hacer alharacas
ni meter ruido
las hojas de los árboles
se van muriendo
el amarillo brilla
como el lucero
el tronco se desnuda
de sus miserias
el ropaje brillante
que antes tuviera
cuando el sol del verano
brillaba en ellas
cobijando a su sombra
a los chiquillos
que jugaban alegres
cual pájarillos.
