Jesús querido
amigo, te fuiste sin despedirte de mi, que sepas que no te lo perdono. Eres malo, maliiiisimo.
¡Que corto se me hizo el día!, no me dio tiempo a charlar con muchos de vosotros y eso me da mucha pena. Bueno esperaremos al
verano y nos resarciremos.
Un beso, aunque no te lo merezcas ¡jodio!