Se me olvidaba comentaros, que Carmina, la increible Carmina, vino cargada de Palma con un montón de ensaimadas y estaban deliciosas.
Esa mujer es la leche. Está en todo, nunca se le escapa nada.
Esa mujer es la leche. Está en todo, nunca se le escapa nada.
Te equivocas, Jesus, alguna cosa se me escapó, pero ya está todo atado y bien atado. jajaja.
Bueno, queridos, ahora si, desde mi casita, lo primero que hice fué subir la maleta y al calecho. Pero tenía hanbre, que desayuné a las siete, y bajé a comer.
Ahora estaré un ratito y luego me iré a ver a mi nieto. Como tenía el coche en el aeropuerto y no me han tenido que ir a buscar, pues no le he visto.
Ahora estaré un ratito y luego me iré a ver a mi nieto. Como tenía el coche en el aeropuerto y no me han tenido que ir a buscar, pues no le he visto.