Conservemos nuestras bocas cerradas y nuestras plumas secas hasta que conozcamos los hechos.
Nadie ensucia el agua que va a bebe
La única persona que escucha a ambas partes en una discusión es el vecino de junto.
Nadie se queja de tener lo que no se merece.
Es una equivocación garrafal el sentar teorías antes de disponer de todos los elementos de juicio