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CANALES: Ay María, cómo me gustan tus relatos y cómo me intrigas!...

Un frió día de invierno, con cálidos recuerdos:
Hoy que el frió aprieta y las tardes todavía son largas, no esta para mucho mas que sentarse al lado de la lumbre y leer un buen libro. Pero hipnotizada por las llamas, no e podido dejar de recordar esos días que a pesar de las inclemencias del tiempo comparti con las gentes de este bendito pueblo.
No puedo olvidar las tardes de siega sentada bajo el palero de la fuentina compartiendo aquel delicioso pan con manteca y membrillo con dos grandes amigos (Tino y Fina). Comentando con Tino como castigaba el sol de verano y el ultimo resultado del Real Madrid y mientras tanto Fina replicando que era a ella a quien le tocaba dar la vuelta a la hierba mientras siesta.
Tampoco puedo olvidar esos días gélidos, sentada al lado de la fragüa de mi amigo Marciano, comentandome que no conocía ni un cojo bueno.
Recuerdo tantas tardes en esas cocinas de la gente de Canales que te acogen como si fueras de su misma familia y te hacen sentir alguien especial. (Cada uno tendrá ese recuerdo entrañable que por causa del calor o el frió paso resguardado en algún rincon del pueblo)
Por eso después de divagar un rato me doy cuenta que como mejor se pasan estos días tan duros es con el calor humano de la gente del pueblin.

MARIA.

Ay María, cómo me gustan tus relatos y cómo me intrigas! En este me has hecho recordar un día de siega, el Caleo, a Tino, que ya no está con nosotros, y a Fina, y sobre todo la mantequilla... Ay que rica... se me hace la boca agua de pensar en ella.
Y recordando recordando, me acordé de lo que me pasó a mí un día de siega, después de haber estado una tarde ayudando a Tino y a Fina. Tras una tarde de muchísimo calor, con las manos llenas de burras, y después de haber dejado el trabajo hecho, me invitaron a darme un baño. Sí, sí... un baño, pero no te vayas a creer que el baño era en el arroyo, era en un hermosos cuarto de baño, el único que había en Canales, y además, con agua corriente. ¡Ésto sí que era novedoso! yo que estaba acostumbrada a darme un baño una vez a la semana... y en un balde. Así que me fui a casa a por una toalla, espona y jabón (sería jabón lagarto, ya que de aquella no había ni geles ni cremas para después del baño) Cuando ya me disponía a darme el baño, vi que me faltaba la esponja, y desde arriba llamo a Fina y le digo: "Fina, mira a ver si se me cayó la esponja por ahí abajo!", y me dice ella: "Pilarina, por aquí no la veo, pero mira tú por las escaleras". Bajo, miro y veo algo en un peldaño, así que le doy una voz a Fina y le digo: "ya la encontré!", y sin fijarme más, me agacho y la cojo con la mano al mismo tiempo que doy un grito (y no de dolor porque me hubiera dado un lumbago, sino de asco). Tenía en mis manos una cagada blanda de gato. Este fue mi primer baño en bañera, con unos grifos echando agua fría y caliente (ahí es nada), y con una mano que apestaba. Eso sí, muertos de risa y feliz de haber estrenado un cuarto de baño, y de haberme metido en una bañera que me parecía una piscina. Y es que la diferencia de un balde a una bañera era muy grande. Un beso, María... Ah, se me olvidaba! De la esponja no supe qué fue de ella. A veces pienso que se la comió el gato.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
jejeje primero Pilarina me emocionó tu recuerdo y con la cagada de gato lsa remató que carcajada largue... e3n cuanto al baño yo cuando fui la primera vez en el 79 claro que ya estaba pero mi padre no lo conocia asi que tenia cambios la casa... yo recuerdo la escalera y el corredor... me dio la sensación que mis mayores lo habian pisado... que ese crujir lo habia sentido mi papi de peque y era uno de sus queridos recuerdos...