Querido J. Ángel, Rogelio fue el padrino de mi hermana Pilar y yo recuerdo que el pobre tubo una muerte horrorosa, son cosas que quedan marcadas para siempre.
Suerte que la han sabido conservar, es preciosa por dentro y la cocina me acuerdo que para estar caliente se subía uno encima de la cocina por una
escalera.
Un fuerte abrazo primo, Emilio