Felices fiestas a todos los foreros. Este escrito está dirigido especialmente a Yoli, nuestra Secre, ya que en lo poco que he asomado por aquí, he visto que está pasando por momentos difíciles; momentos de despedidas… y añoranzas… y desesperanzas… y … rebeldías…
Y es que cuánto cuesta despedirse… Nosotros, en nuestra casa recientemente hemos vivido un amago de despedida…, nosotros que somos expertos en distraer a la muerte… de repente nos encontramos cara a cara con las preguntas más difíciles, las que más duelen…
Y en ocasiones como esta te das de bruces con tus recuerdos olvidados, quizás ocultos en lo más hosco de la memoria; y te das cuenta que no es la primera vez que dices adiós a un amigo, a un ser especial y querido.
Y es que, querida Yoli, nos negamos a decir adiós a alguien que nos ha hecho pasar ratos inolvidables, con el que hemos compartido momentos irrepetibles y que han llenando nuestra vida de sentido hasta hacernos madurar y ser quienes somos ahora mismo.
Y se nos olvida el dolor que produce ese adiós definitivo y cruel que da paso a la vida irreal y recordada, a la melancolía y la nostalgia
Querida Yoli, se me ocurre pensar, que la enfermedad de Maru es una prueba, como las que tuvo que soportar Job, aquel infeliz. A veces esas pruebas ayudan a sanar la vida, a dar un significado nuevo a las relaciones con tu familia y amigos. Nos hace ver los vínculos y el afecto que nos ligan a todos. La enfermedad le cambia a uno la vida.
Estamos hartos de saber que hemos venido a aprender ciertas lecciones, a amarnos a nosotros mismos, sea lo que sea, lo que hagan o digan los demás, hemos venido a amarnos y a cuidarnos y a amar y cuidar a los nuestros. Cuando hemos aprendido las lecciones del amor, podemos marcharnos con alegría, no hay necesidad de dolor ni sufrimiento.
Quiero pues, con estas líneas, querida Yoli aportarte esperanza y paz, que son las cosas que dan sentido a la vida, que el amor y la paz interior te protejan permitiéndote superar esta despedida. Que sigas aprendiendo a sobrevivir, a tener el coraje necesario para enfrentarte al nuevo día. Aún te queda mucho por hacer…
Ya sabes, Secre, que a lo largo del camino, en los malos momentos, cuando la vida se pone fea, es cuando las personas muestran sus rostros más auténticos. Así pues, aprovecho estas líneas para dejar constancia por escrito, que en tu horas más solas y difíciles aquí tienes tendida una mano amiga. Siempre podrás contar conmigo y con este calecho que sabe también de despedidas… y de ausencias. ¿Has visto cómo añora Begoña y su familia a los que se fueron? Sus palabras son pequeños trucos para sobrevivir a la ausencia… ellos son expertos. Y también Fermi e Isabel, y Carmina Teso, Lili, Jose, y Emilio y el Presi… y todos cada uno de los que conformamos este calecho… sabes que estamos contigo.
Que este mensaje sea símbolo de la energía positiva que te mandamos y que su estancia en el hospital sea leve y agradable. Relájate. Maru está bien y está a salvo. Repite esa afirmación varias veces al día. Eso te mantendrá en calma y permitirá a la Vida encontrar la mejor solución. Apostaremos por vosotras porque de todos es sabido que la vida es una oportunidad, aprovechadla; es un reto, afróntadlo; es un deber, cumplídlo. Es preciosa, cuidadla y es felicidad, merecedla. Un abrazo, Mariajesús Morla
Y es que cuánto cuesta despedirse… Nosotros, en nuestra casa recientemente hemos vivido un amago de despedida…, nosotros que somos expertos en distraer a la muerte… de repente nos encontramos cara a cara con las preguntas más difíciles, las que más duelen…
Y en ocasiones como esta te das de bruces con tus recuerdos olvidados, quizás ocultos en lo más hosco de la memoria; y te das cuenta que no es la primera vez que dices adiós a un amigo, a un ser especial y querido.
Y es que, querida Yoli, nos negamos a decir adiós a alguien que nos ha hecho pasar ratos inolvidables, con el que hemos compartido momentos irrepetibles y que han llenando nuestra vida de sentido hasta hacernos madurar y ser quienes somos ahora mismo.
Y se nos olvida el dolor que produce ese adiós definitivo y cruel que da paso a la vida irreal y recordada, a la melancolía y la nostalgia
Querida Yoli, se me ocurre pensar, que la enfermedad de Maru es una prueba, como las que tuvo que soportar Job, aquel infeliz. A veces esas pruebas ayudan a sanar la vida, a dar un significado nuevo a las relaciones con tu familia y amigos. Nos hace ver los vínculos y el afecto que nos ligan a todos. La enfermedad le cambia a uno la vida.
Estamos hartos de saber que hemos venido a aprender ciertas lecciones, a amarnos a nosotros mismos, sea lo que sea, lo que hagan o digan los demás, hemos venido a amarnos y a cuidarnos y a amar y cuidar a los nuestros. Cuando hemos aprendido las lecciones del amor, podemos marcharnos con alegría, no hay necesidad de dolor ni sufrimiento.
Quiero pues, con estas líneas, querida Yoli aportarte esperanza y paz, que son las cosas que dan sentido a la vida, que el amor y la paz interior te protejan permitiéndote superar esta despedida. Que sigas aprendiendo a sobrevivir, a tener el coraje necesario para enfrentarte al nuevo día. Aún te queda mucho por hacer…
Ya sabes, Secre, que a lo largo del camino, en los malos momentos, cuando la vida se pone fea, es cuando las personas muestran sus rostros más auténticos. Así pues, aprovecho estas líneas para dejar constancia por escrito, que en tu horas más solas y difíciles aquí tienes tendida una mano amiga. Siempre podrás contar conmigo y con este calecho que sabe también de despedidas… y de ausencias. ¿Has visto cómo añora Begoña y su familia a los que se fueron? Sus palabras son pequeños trucos para sobrevivir a la ausencia… ellos son expertos. Y también Fermi e Isabel, y Carmina Teso, Lili, Jose, y Emilio y el Presi… y todos cada uno de los que conformamos este calecho… sabes que estamos contigo.
Que este mensaje sea símbolo de la energía positiva que te mandamos y que su estancia en el hospital sea leve y agradable. Relájate. Maru está bien y está a salvo. Repite esa afirmación varias veces al día. Eso te mantendrá en calma y permitirá a la Vida encontrar la mejor solución. Apostaremos por vosotras porque de todos es sabido que la vida es una oportunidad, aprovechadla; es un reto, afróntadlo; es un deber, cumplídlo. Es preciosa, cuidadla y es felicidad, merecedla. Un abrazo, Mariajesús Morla
