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CANALES: Mi querida muchachada, estoy pensando que en todos...

Mi querida muchachada, estoy pensando que en todos los calechos siempre habia un cuento y este no va a ser menos. En este cuento vamos a llamar al lobo Juan y a la raposa Maria Garcia, vemos lo que les sucedio:
Erase una vez Juan y M. Garcia, eran muy amigo e iban juntos todos los sitios. Un día se encontraron en el monte con Canor y su rebaño de obejas y entre los dos le cogieron un cordero de Marina. Juan queria comer rapido el cordero, pero M. García más astuta le propuso entrerrarla para cuando no tuvieran que comer, y Juan que siempre tenia hambre queria desenterrarla, pero M. García le convencia diciendo -"paez que tas esfamiao".
Y en esto llego un dia que se presento M. García en casa de Juan para que le prestara una capa porque iba de bautizo a Bobia.
Se fue M. García muy contenta con la capa que Juan le había dejado, pero lo que iba a hacer era irse a comer el cordero. Cuando M. García volvió del bautizo se encontro con Juan en la vega, y este le pregunto -" ¿Como le pusisteis al rapacin?", a lo que M. García le dijo -"empecelo". Jamás hoy ese nombre dijo Juan asombrado.
Así iba pasando el tiempo hasta que otra vez se presentó María en casa de Juan para volver a perdirle la capa, que tenía otro bautizo en Garáño. De nuevo la misma historia, y cuando María volvió del bautizo, Juan le dijo:"Comu pusiste al rapacín?, a lo que María le respondió: "Demediélu". "Jamás hoy ese nombre", decía Juan.
De nuevo se presentó María al cabo de unos días en casa de Juan a pedirle la capa, a lo que Juan, intrigado le contestó: "Mucho bautizo Usted". Cuando María volvió del bautizo, Juan le dijo: " ¿Como pusiste al rapacín?, a lo que María le respondión "Terminelu".
"Vaya nomes más raros que pone usted, jamás hoy ese nome, decía Juan. Hasta que por fín llego el día en que se iban a comer el cordero. Iban Juan y María a por el cordero y cuando llegaron allí se pone María a tirar del rabo para ver si la sacaba. Fingía ésta el esfuerzo para engañar a Juan hasta que éste le dice: "Quita de ahi, que cola fame que tengo ya podrei sacalo you". En esto que tiró tan fuerte que salió despedido y pesó un gran costalazo, quedando tendido en el suelo. Entonces Juan se dió cuenta del engaño y le dijo a María "Ah, traidora, traidora.... ¡tanto bautizo, comiste el corderu entero! Ahora voy a comela a usted...". Y se quiso abalanzar sobre ella, pero no pudo por el dolor que tenía en las costillas.
A esto propuso María una solución, y así le dijo al lobo: "Vamos a descansar un poco al sol, y al que sude la barriga ese será el que comió el cordero. A Juan no le pareció mala idea, estando tan maltrecho como estaba, y se tumbaron al sol. María esperó a que Juan estuviera dormido y le meó en la barriga.
En cuanto se despertaron, a María le faltó tiempo para acusar a Juan de mentiroso mientras huía del lugar, y Juan, que no comprendía nada de lo que sucedía, allí se quedó, sin cordero y con las costillas rotas.

Un saludo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pilarina, guapa, que bien relatas..., en este caso fue la loba la que se comió el cordero, me gusta cuando escribes en bable le das un toque precioso, parece que estoy en Vegadeo.
Gracias, Emilio.
Y lo primero que os conte
Mi primer cuento