Déjame sólo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo. No hay árbol que el viento no haya sacudido.
Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón. Déjame sólo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo.
Para que nada nos separe que nada nos una. Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón.
Pues hala, que aunque no haya llegado aún la tarde, me dice el cocinero que ya se puede ir pinchando, que si no se enfría....................