BONELLA: RINCON POETICO...

RINCON POETICO

DESPUES DE LA GUERRA

Mamá mamá he vuelto...
Pero dónde estará la viejita
que ni al puerto mismo me vino a buscar
Estará en su cuarto quizá esté enferma.
Qué idea más torpe, que idea más negra
Ni quiero pensar...
Mamá ma... Mejor que no grite.
Quizás le haga daño la hermosa sorpresa
de ver a su hijo volver de la guerra
de donde no vuelvan sino los que tienen
una suerte perra
porque fueron hombres y volvieron fieras.
Pero nadie nadie me espera,
ni siquiera la buena gallega Manuela,
es claro creerán ellas la falsa noticia
que al perder el brazo quedé en la trinchera
por eso es que temo de darles disgustos
al verme llegar así de sorpresa.
Por fin oigo pasos ¿quién va en la escalera?
Manuela, Manuela, cómo estás, mi gallega
Qué guapa y qué moza ¿dónde está mi madre?
Tres años sin verla estará remozada
más linda aunque vieja.
¿No ve usted esas flores? Las traigo para ella
para adornar las canas de su cabellera.
Recién en el puerto me grito una moza:
¿Dónde vas valiente por la vieja calle?
Camino de mi casa para ver a mi madre.
se acercó y me dijo: Llévale estas flores
y que Dios la ampare.
Ya que dió a la Patria un varón tan grande.
y pa tí este premio, me besó en la frente
y se fué volando.
Y yo con las flores me quedé pensando...
Pero... No llores Manuela ¿Por qué estás tan triste?
Levanta esos ojos, ¿no ves que me apenas?
¿No ves que me matas? ¿No ves que me ahoga
esta duda negra?...
Ya sé, te comprendo...
Es otro regalo que me da la guerra.
¡Mi madre... mi brazo... la visión siniestra
que llevo en mi mente de aquella tragedia.
Tendales de muertos, montones de heridos
millares de cruces que se levantan
igual que fantasmas bajo las estrellas...
Y el triste recuerdo de la carga aquélla
cuando una granada destrozó el brazo
y tirado en el fondo de aquella trinchera
llamaba a mi madre rogándole al cielo
que me guardase este otro siguiera
para poder abrazarla cuando yo volviera...
Y aquel compañero que cubrió mi cuerpo
cuando estaba herido en el suelo
y que por salvarme peleó al enemigo con instinto fiero
mientras yo gritaba: Mátalo a ese pero!
Dele, dale ¿no ves que no quiere dejar que yo vuelva
para ver a mi madre?...
Sin pensar siguiera que allá muy distante
había otra madre que hoy llora y espera.
Yo quiero a mi Patria pero odio la guerra.
Yo quiero a mi Patria y con un solo brazo
sabré defenderla.
Arando los campos, sembrando la tierra
contando a los niños mis hondas tragedias
para que en creciendo conozcan
los negros horrores que pinta la guerra.
Déjeme que llore
Déjeme, Manuela.
¿No ves que ahora vuelvo de nuevo a ser hombre?
¿No ves que he podido vencer a la fiera?
Déjame que llore... y junta esas flores
y vamos a verla
acaso no dijo la moza del puerto
que son para ella?

Pistola