Herreñal del tío Emeterio, "el topo", ARDON

¡Hola!
Con esta foto que hoy cuelgo, un ejemplo más de abandono, y en este caso hasta sus últimos dueños se han ido del pueblo, espero ilustrar otro trabajillo que ha surgido en estos días en que me estoy quedando en casa.
A propósito de la foto decir que en sus buenos tiempos (cuando tenía tapias y puerta de acceso y se sembraba) este cercado producía herrén (forraje de avena, trigo, cebada...) que se cortaba verde en primavera para alimento del ganado. Más de una vez vi a Marcelino, el criado del dueño y posteriormente propietario del herreñal, llevar a cuestas, bien atada con una cuerda fuerte, una carga de dicho forraje por la calle los Ponjales arriba.

El rular del tiempo

Fue una vez un lisonjero,
que a son de medias verdades
platicando con contrarios,
de escasas capacidades,
procuró ser él primero.
Investido de galones
porta la vara de mando:
él ya toma decisiones,
puede seguir ensoñando...
y planteando las cuestiones.
A su ritmo rula el tiempo,
proponiendo, disponiendo...,
mas no cuajan las jugadas,
le falta a la vela el viento
y el compás a las remadas:
¡el barco no avanza nada!
Olvidadas las lisonjas,
también las medias verdades,
cual si faltara el tempero,
niega el fruto la toronja.
Ya, evidentes las mentiras
y tácitas veleidades,
surgen del palo las iras,
quita al niño los pañales
y nos muestra sus beldades:
quebranto de compromisos
(claro signo de bajeza)
chaqueteo y transfuguismo
(plenitud de desvergüenza)
insulto verbal grosero
(rotundo y seco: -" ¡joderos!"-
con corte de manga incluido,
claro acto de odio rastrero)
hacia los dos postergados
(únicos dignos de halagos).
Pero, " ¿éstas son las cuestiones?
¿son éstas quizá razones?",
se pregunta el personal
que, en decir tradicional,
suelta un -"Sí, por los cojones"-.
Fatuo resultó el engaño:
Esta mesnada de hogaño
valida la de hace un año
en el sentir del rebaño.

Saludos.
Un paisano de Sabino Ordás
(27 de Agosto de 2015)
¡Hola, Juan!
Me alegro. Un saludo.
Un paisano de Sabino Ordás
Cuantas cosas dices en el rular del tiempo, me gusta. Saludos.
Juan