Mural Arte Urbano, TRESPADERNE

El Arte Urbano es una manifestación humana que da a conocer las inquietudes de la sociedad e invita a la reflexión, a veces con una intención social y otras veces con una intención meramente estética. Los artistas urbanos, muchas veces, transforman las fachadas grises de los edificios por otras más coloridas influyendo, de paso, en todo el entorno.
‘La galería de Arte más grande del planeta’. Así es como JR, el artista francés de la calle apodado con estas siglas, describe la relación entre Arte y espacio público.

Gráfitti y Arte Mural, ¿son lo mismo?

El debate está servido: muchos consideran que el Arte Urbano puede ser molesto porque rompe con el orden que existe en una ciudad. Una modalidad del Arte Urbano es el gráfitti, expresión transgresora del inconformismo y sinónimo de ilegalidad. El gráfitti como Arte no se debería identificar con los garabatos sin propósito alguno que, a menudo, contaminan las fachadas de nuestras calles. El gráfitti como Arte intenta transmitir un mensaje, idea o protesta a través de una intrincada y colorida manifestación visual, generalmente anónima.

Por otro lado, está el Arte Urbano Mural, una manifestación de la libertad de expresión, en una época en que la comunicación comercial domina el espacio público. El Arte Urbano Mural tiene carácter monumental y es, aparte de decorativo, fundamentalmente didáctico, pues intenta contar una realidad que entiendan todas las clases sociales. La técnica principal es la del fresco en fachadas y lugares a pie de calle, donde se sirve de un espacio común a todos para expresar ideas y transmitir belleza.

Trespaderne por su privilegiada ubicación ha sido desde la época prehistórica un punto importante en la zona. Por su estratégica situación en la desembocadura del desfiladero de la Horadada, en una zona bañada por las aguas de los tres ríos más grandes de las Merindades, el Ebro, el Jerea y el Nela y por ser un importante cruce de caminos, ha hecho de esta localidad un lugar importante a lo largo de la historia.
Los datos más antiguos de “Transpaternum” proceden de un documento fechado en 1052, aunque pocos años después la mayor parte del pueblo era donado al Monasterio de Oña y durante siglos formó parte de la Merindad de Cuesta Urría.
La villa de Trespaderne creció en torno al puente medieval que permitía cruzar el Nela, construido a finales del siglo XII, testigo de la importancia que tuvo Trespaderne en el comercio medieval, pero es en el siglo XVIII cuando la localidad más prospera.
El caserío de Trespaderne ofrece junto algunas construcciones populares como la fuente lavadero y varias casas en las que se aprecia la arquitectura popular, otras con un carácter más noble como la Casona del Priorato del siglo XV, la casa de los Condes de Revilla y el palacio de la familia Fernández de Campo construida en el siglo XVIII. Destacar la iglesia parroquial de San Vicente mártir del siglo XVII y la ermita de la Encinilla.
Su entorno conforma un paisaje extraordinario, con la Sierra de La Tesla, el desfiladero de la Horadada y debido a la belleza de sus paisajes se convierte en un centro ideal para el turismo rural y el senderismo.
El carácter acogedor y cordial de sus gentes se manifiesta en la cantidad de fiestas y eventos que se celebran a lo largo del año