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TARDAJOS: Y hoy, nueva sorpresa, que una cuenta y no acaba. Los...

Y hoy, nueva sorpresa, que una cuenta y no acaba. Los trabajadores del verano han llegado a la plaza. ¡Albricias! Todo sucede por algo, y en este caso un evento muy especial. Que os relataré, y que tendrá lugar el día 7 de julio, en paz y en armonía. Los visitantes que no hayan venido antes dirán que qué buen aspecto tiene todo. Lo que sí espero es que dure, y que lo que se limpie ahora, se respete porque los vecinos nos lo merecemos, que somos quienes pagamos. Esa teoría yo ha he tenido siempre pero aquí se creen los que gobiernan que ellos pagan, y no es así. Ellos son servidores, aunque haya quien se crea que los vecinos somos súbditos, y que debiéramos besarles los pies. A ver mañana si ese ciclón limpiador se va al recinto infantil y lo limpia de espigüelas, que como les decía hace poco a los de la Junta, aquí hay cardos y malas hierbas en cada esquina. Y hay columpios que se debieran retirar por otros nuevos. Lugares que se debieran respetar, y no tirar a tontas ni a locas para luego destruir nuestro hábitat, y tener que esperar a que crezcan los árboles nuevos y den sombra. Aquí hay madera pero no está valorada.
¡Qué bonito si después de todo lo que pasa y ha pasado, una, hubiera hecho mutis por el foro! Nadie se habría enterado de la misa la media. Y así, ¿la que molesta soy yo, o quien malgasta dinero de todos cuando todo lo que hago no cuesta ni un céntimo a nadie? Además, ahora, la oposición pone de su parte para informar, cosa que antes no sucedía, y eso no gusta ni un ápice al que manda. Que vamos creciendo en número los vecinos que no nos conformamos con la realidad y eso es bueno porque se insta a que se mejore. Hay oposiciones que empiezan a funcionar cuando ya queda poco tiempo y quieren mandar. Sin embargo aquí, ha habido una continuidad, desde el primer día, en que las tornas cambiaron. ¿Eso es malo? Si tan mal lo hicieron, algunos siempre lo dieron lo bueno. El que tanto dice ahora, "es que los anteriores", eran, uno un convidado; otro, hacía, callaba y firmaba todo lo que le ponían por delante, y otros ni se interesaban, asentían y aplaudían. ¡Cada vez es que somos más número en la fila de los malos de la película! Los buenos mandan y se nomiman así mismos, buenos, por mayoría absoluta. Antes todos eran buenos menos yo que siempre me dio por nombrar las cosas por su nombre.