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TARDAJOS: Me llegan las papeletas de las danzas a casa, y me...

Me llegan las papeletas de las danzas a casa, y me niego porque no era ni justo ni democrático. Y ahí, nueva pugna, que todavía recuerdo que me levanté de mi asiento como si me hubieran puesto un resorte, a punto de dar a luz, y literalmente me fui volando a devolverlas. Y pasaron meses hasta que se resolvió aquel entuerto. Gané y perdí al mismo tiempo. Te damos la razón por ley, pero no te lo vamos a perdonar por el resto de nuestras vidas. Y a día de hoy, han cumplido a tope su promesa. Y se morirán porque algunas muertas antes que sencillas.

En la Coral me pasó algo parecido, y sin tener culpa alguna. Quise resolver, y como nuestro director no era democrático, no les dio la razón - de una razón que yo iba a intentar justificar- Otra bronca similar, y todo por querer hacer bien las cosas. Que la primera damnificada fui yo, pero ante el director no había nada que hablar.

Voy al colegio y quiero cambiar lo que me parecía que no estaba bien. Y lo mismo me encuentro. O tragas o tragas. Bien, no tragué durante un año, y les dejé mi cargo envuelto en papel de plata, pero ese año, hice lo que mi conciencia me dictó que debía hacer. Y me costó lo suyo pero lo conseguí. Al dejar mi cargo de presidenta dejé las cartillas a rebosar de dinero, de las subvenciones y por gastos que no eran menester hacer. ¿Que hubieráis pensado si en ese grupo os pongo al día y voy a un sitio más principal, donde había mucho más tajo, y claudico? Y lo paso, lo perdono, me callo, y si así hubiera hecho, me hubieran largado igual, sin pena ni gloria. Y lo peor, es que hubiera perdido mi dignidad, y eso es muy caro y no lo he consentido hasta la fecha.

Un caso clínico el mío digno de ser estudiado. Pero es lo que soy, he sido y seré mientras viva. De otra cosa no puedo presumir pero de llevar la cabeza bien alta, sí. Eso no me lo quita ni el más "pintao".