TARDAJOS: Nos quejamos y creo que no valoramos en su justa medida...

Nos quejamos y creo que no valoramos en su justa medida lo que tenemos que es muy grande, la libertad de pensamiento y muchas otras cosas que podríamos perder. ¡Qué frío hace en Burgos, tan necesario a estas alturas del año! Estos pensamientos, si lo leéis venían de la primavera, y estamos en otoño recogiendo los frutos que precisamente la primavera nos otorgó. hoy que acabo de regresar de Extremadura, pasando antes por Portugal, donde la crisis ha acertado más que aquí. Soportan unos impuestos de espanto, que ni los bares aguantan en los barrios y en los pueblos más allá de las siete y media, de no ser en el centro. Hay también cambio horario, y a las siete es casi de noche... De lejos, podemos pensar que otros están mejor que nosotros pero no es así, hay que ir allí, y verlo sobre el terreno. ¡Y el transporte, por las nubes! Que todo estaba más barato que aquí, pues será un tópico. ¿Que puede que la comida sí? pero la calidad es inferior también, así que calidad precio, es hasta más cara.
Lo que es por mí, es una gran suerte poder viajar, poder ver realidades distintas, poder zafarme de los problemas si no me tocan de lleno.
En pocos miles, pocos cientos; cuanto menos cargos, mas libre para seguir pensando desde fuera y seguir en la misma línea de siempre.
Pero sí os diré, que eso se venía venir, y alguno puso los pies en polvorosa para venir aquí, a seguir prosperando, que allí pintaban bastos. Sin tiendas, sin bares, sin negocios, Portugal no era ya rentable para que se les asesorase de casi nada.
Y la televisión... casi todo en inglés. Una ventaja para los estudiantes pero es que significa que los profesionales de los medios están en paro, casi seguro. Que el portugués no significa lo que el castellano en el mundo.
Y las calles no están ni tan bien pavimimentadas ni tan limpias porque se ve que la crisis ha hecho añicos el bienestar social. Comparas los adoquines de Badajoz, que alternan con el granito, y un abismo. Allí falta el cemento necesario. Lo que se está arreglando España en todo este tiempo, allí hace tiempo que eso dejó de hacerse. O no se había hecho nunca como aquí.
Pues sí, es que viajar te hace apreciar mucho más lo que tenemos, que es preciso conservarlo y no venderlo por humo, es que eso a algunos se da de perlas.
Y eso sin salir al mundo, que allí ya la situación para millones de personas es desesperante, impensable, inimaginable... pero es preciso utilizar nuestra lengua castellana, para decirles a muchos lo que no está bien, y algo que no está bien es que se intente un pueblo desde su virtualidad, que se venda humo de aquello que no existe. Que lo real es mejor que lo virtual, y es a lo que hay que llegar. A realidades, huyendo de los engaños, que son trampas que no te pueden llevar a ninguna parte.
Cuando pienso que yo siempre he estado haciendo lo mismo, decir la verdad; veo que otros no han sido así. Y sin embargo se les valoró por ser zalameros, hasta un punto embaucadores. Que si algo vieron mal, no intentaron mejorarlo, y tenían muchas facilidades para que sus consejos hubieran sido admitidos. Lo que perseguían era el fracaso de todos para alzarse con el triunfo. Triunfadores del fracaso de los demás. Y es una pena pero nos puede seguir pasando si confiamos en quienes nos ofrecen el paraíso, quizás para llevarnos a los infiernos.