Y hoy sábado llueve, y llovió ayer y llovió el viernes. Que aunque llueve llevamos mucha sequía a cuestas por las épocas en que no lo ha hecho.
Hay novedades, que los de aquí sabemos porque los anuncian en los carteles del escaparate del ayuntamiento, o porque lo vemos directamente, pero, aún que estamos aquí, todo, no lo sabemos.
Sabemos de trifulcas marujiles, que además, entretienen, y en estas horas, tampoco viene mal un poco de humor, de menta y de poleo. De toma y daca. Somos la monda algunas, y encima lo pasamos bien. Si tengo que decir, que mi mayor disfrute es a la hora de contar nuestras diatribas, y a la hora de ver el resultado, las reacciones, etc...
Tenemos mucho que aprender de nuestras mayores, que son capaces de decirse a la cara lo que piensan y salir tan panchas hasta la próxima "partidita" de cartas. Que lo cortés no quita lo valiente. Y que si saben que no van a congeniar, no quieren deshacer la baraja y se van a jugar a glorias o salones particulares.
En eso coincido con algunas, si sé que en determinados grupos o círculos no voy a poder estar tranquila, que me conozco el percal, me abstengo y no voy a dar el espectáculo, que a buen seguro algo me pasaría. Y me digo, querida, eso es una locura que hay coto, bien lo sabes por muchas nefastas experiencias vividas ya. Nunca he perseguido ni buscado enfrentarme a nadie pero si alguien se enfrentado a mi, me he defendido, lo he eludido, he salvado el escollo, o como ahora, que me importa todo un pimiento, y es porque los cultivo, los recojo, los aso, y los conservo y luego me los como el día que me apetece. Como muchos otros cultivos sanadores cien por cien a los que les dedico buenas horas. Y muy felices ya que la mente piensa y piensa sin parar.
Ahora es muy difícil acceder a la realidad, os lo digo de verdad. Hay secretos profesionales inconfesables, inaccesibles, hasta para un puñado de sacos de patatas. Cuanto más para otros asuntos. Tampoco sé si nuestros mandatarios se enteran de todo porque eso ya pasó en el pasado.
Ahora que de lo que se ve, se puede informar, y más a los que si no fuera por mis crónicas no se enterarían de lo que aquí se puede contemplar y nos anuncian en la vitrina de la calle del ayuntamiento.
Hay novedades, que los de aquí sabemos porque los anuncian en los carteles del escaparate del ayuntamiento, o porque lo vemos directamente, pero, aún que estamos aquí, todo, no lo sabemos.
Sabemos de trifulcas marujiles, que además, entretienen, y en estas horas, tampoco viene mal un poco de humor, de menta y de poleo. De toma y daca. Somos la monda algunas, y encima lo pasamos bien. Si tengo que decir, que mi mayor disfrute es a la hora de contar nuestras diatribas, y a la hora de ver el resultado, las reacciones, etc...
Tenemos mucho que aprender de nuestras mayores, que son capaces de decirse a la cara lo que piensan y salir tan panchas hasta la próxima "partidita" de cartas. Que lo cortés no quita lo valiente. Y que si saben que no van a congeniar, no quieren deshacer la baraja y se van a jugar a glorias o salones particulares.
En eso coincido con algunas, si sé que en determinados grupos o círculos no voy a poder estar tranquila, que me conozco el percal, me abstengo y no voy a dar el espectáculo, que a buen seguro algo me pasaría. Y me digo, querida, eso es una locura que hay coto, bien lo sabes por muchas nefastas experiencias vividas ya. Nunca he perseguido ni buscado enfrentarme a nadie pero si alguien se enfrentado a mi, me he defendido, lo he eludido, he salvado el escollo, o como ahora, que me importa todo un pimiento, y es porque los cultivo, los recojo, los aso, y los conservo y luego me los como el día que me apetece. Como muchos otros cultivos sanadores cien por cien a los que les dedico buenas horas. Y muy felices ya que la mente piensa y piensa sin parar.
Ahora es muy difícil acceder a la realidad, os lo digo de verdad. Hay secretos profesionales inconfesables, inaccesibles, hasta para un puñado de sacos de patatas. Cuanto más para otros asuntos. Tampoco sé si nuestros mandatarios se enteran de todo porque eso ya pasó en el pasado.
Ahora que de lo que se ve, se puede informar, y más a los que si no fuera por mis crónicas no se enterarían de lo que aquí se puede contemplar y nos anuncian en la vitrina de la calle del ayuntamiento.