EL LIBRO DEL CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA DE HACE 264
Como podéis ver, se trata de un grueso volumen encuadernado en pergamino y escrito a mano y podemos compararlo con el catastro que estrenábamos en el año 2003.
Un día, si tenéis curiosidad, podéis echarle un vistazo, ya que el libro se encuentra en el Ayuntamiento y os lo pueden dejar para que lo veáis. Tanto el viejo, como el nuevo- que es el que consulta normalmente.
Fue realizado por Zenón de Somodevilla, ministro a la sazón de Fernando VI, en 1749.
Está dividido en dos partes:
La seglar.- con cuatrocientas páginas.
Y la eclesiástica, con 372. Divisiones que hoy no se conciben, pues las tierras de la iglesia, son mínimas. Por aquel entonces, la iglesia tenía casi tantas propiedades como los seglares; y mucho poderío. Mandaban en las vidas y en las costumbres de la población. Las obligaciones religiosas eran lo primero para los fieles, y todos estaban obligados a ellas. La gente no se podía zafar de asistir a los ritos así como así; y menos a pasar de rendir tributos. La iglesia cobraba a la gente que les arrendasen las tierras y normalmente se quedaban con una parte de la cosecha.
Según el manuscrito, existían dos iglesias, cinco ermitas y 156 casas.
El pueblo estaba dividido en dos barrios: el barrio de Santa María y el barrio del Rey; separados ambos por el arroyo de Páramo, que discurría por la plaza Leandro Mayoral, o Plaza Mayor que partía en dos a Tardajos.
Se detallan en el libro antiguo 97 pajares, 23 bodegas, 20 huertas, 154 viñas, 578 ovejas, 31 yeguas, 21 vacas, 5 colmenares, varios molinos y una gran cantidad de olmos.
Como podéis ver, se trata de un grueso volumen encuadernado en pergamino y escrito a mano y podemos compararlo con el catastro que estrenábamos en el año 2003.
Un día, si tenéis curiosidad, podéis echarle un vistazo, ya que el libro se encuentra en el Ayuntamiento y os lo pueden dejar para que lo veáis. Tanto el viejo, como el nuevo- que es el que consulta normalmente.
Fue realizado por Zenón de Somodevilla, ministro a la sazón de Fernando VI, en 1749.
Está dividido en dos partes:
La seglar.- con cuatrocientas páginas.
Y la eclesiástica, con 372. Divisiones que hoy no se conciben, pues las tierras de la iglesia, son mínimas. Por aquel entonces, la iglesia tenía casi tantas propiedades como los seglares; y mucho poderío. Mandaban en las vidas y en las costumbres de la población. Las obligaciones religiosas eran lo primero para los fieles, y todos estaban obligados a ellas. La gente no se podía zafar de asistir a los ritos así como así; y menos a pasar de rendir tributos. La iglesia cobraba a la gente que les arrendasen las tierras y normalmente se quedaban con una parte de la cosecha.
Según el manuscrito, existían dos iglesias, cinco ermitas y 156 casas.
El pueblo estaba dividido en dos barrios: el barrio de Santa María y el barrio del Rey; separados ambos por el arroyo de Páramo, que discurría por la plaza Leandro Mayoral, o Plaza Mayor que partía en dos a Tardajos.
Se detallan en el libro antiguo 97 pajares, 23 bodegas, 20 huertas, 154 viñas, 578 ovejas, 31 yeguas, 21 vacas, 5 colmenares, varios molinos y una gran cantidad de olmos.