Como en otros muchos
pueblos riojanos, la
danza acompaña a La
Virgen en su traída, el día quince de mayo, desde la
ermita hasta la
iglesia del
pueblo para estar presente durante la época de la cosecha. En septiembre -Redecilla lo ha adelantado al mes de agosto- es devuelta a la ermita en el día y
fiesta de gracias.