Al día siguiente de tomar esta
foto de mi
pueblo, viajé de
Madrid en
Barcelona en el AVE y mientras el
tren recorría kilómetros y más kilómetros, comparaba yo, los
paisajes por los que pasa el tren... ¡Qué diferencia...!... sin
árboles, ni verdor por los inmensos Monegros... hasta llegar a
Lérida donde los
campos también reverdecen y cobran vida...