Antes de pasar a comentar el pleno y a contarlo, que me llevará tiempo, por tantas novedades, como se nos dio a conocer, porque según el señor tan principal de este contubernio, el tío de la vara, lo tengo que estudiar a fondo, según me dijo y con estas palabras "anda y estúdialo bien". Y es verdad, porque unos van a la universidad, gastan dinero del Estado, de sus padres, y luego siguen cobrando por no hacer nada, y porque se lo consienten, a los pobres, y a los que ni se quieren defender, ni saben, ni sienten, ni padecen. Son, y que me perdonen esos árboles tan encomiables, en comparación a los que defino, chopos. Que ya quisieran tener su digno porte y no la figura tan retorcida y torticera que tiene alguno. Sin hablar del exterior, sino del fondo,
que ahora con la forma no me meto, que es lo que cuenta, lo profundo y el verdadero ser interior. Y sin señalar a nadie, a esta altura del relato todo el mundo lo sabe. Mas no lo digo, que sin hacerlo se sabe y si no, el que no lo sepa que lo barrunte.
Por otra parte, hay un refrán castellano que dice que "el que se pica ajos come". Y ningún pueblo mejor que éste para el referido refrán.
Ahora que hay remodelación de plaza, esta placita de toros, quedaría genial, y a la puerta del señor más principal y el más afamado de Burgos y la provincia. Porque si por un casual, aún no ha adquirido gran fama, está en camino de ganarse el cielo y la tierra juntos para su gloria bendita de diosecillo de barro. ¿Qué tal una estatuilla? Personalmente es que quitaría la fuente y pondría la estatua del bienhechor de Tardajos, de todos los tiempos, pasados, futuros, cuanto más no iban a ser los presentes.
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