LLANILLO: Muchas gracias Desiderio, eres muy atento y amable....

IGNACIO VERDIAL, es este "pastor" ataviado con las mejores galas de la profesión que ejerció durante muchos años y que tan a gala tenía, era mi padre. Ignacio Verdial era su nombre, y si tenía sus cosas como cada uno de los mortales, no es menos cierto que era querido y respetado. Y que en circunstancias especialmente adversas para todo el mundo, muy especialmente para los más humildes, supo sacar a sus ocho hijos adelante. Con muchas privaciones materiales ¡eso sí! pero nunca nos faltó lo extrictamente necesario.
Quiero dejar constancia como humilde homenaje a quien ejerció en Llanillo este humildísimo oficio que el lo cumplio con orgullo y dignidad.
Un saludo a todos/as las personas de Llanillo que en tiempos tan duros pudieron y quisieron ayudarnos. ¡Feliz salida de año y entrada en 2010!.

Estimada Charo, aunque tarde quiero expresar alguna idea con motivo de este portentoso testimonio que aduces. Ante todo, es grandioso que cada quien se sienta orgulloso de sus orígenes porque, entre otras cuestiones, nadie elige nacer de un magnate o de alguien envuelto en muchas privaciones. En otras ocasiones hemos expresado nuestra sincera y honda emoción viendo cómo los hijos de emigrantes a tierras de España o de América vuelven a sus raíces de estas tierras; si se fueron, por lo general, es porque se marcharon debido a las privaciones que sufrían. Está claro que, por lo general, los pastores vivían en medio de la humildad, pero no en mucha mayor, o quizás menos, que algunos de nuestros paisanos. Esta tierra nuestra era muy escasa en bondades y nadie pudo extremarse en el disfrute de bienes materiales, salvo cuando la iglesia o la nobleza exprimió a nustros antepasados -lo cual fue hasta hace siglo y medio-. Por ello, en esta tierra, la solidaridad brotó desde hace miles de años y gracias a ella estas gentes lograron mantener la cabeza alta ante pueblos tan poderosos como romanos, visigodos y musulmanes.
Sí, en estos foros y eso nos enorgullece, mostramos sentirnos orgullosos de nuestros orígenes a pesar de ser humildes.
Por cierto, la foto -y dentro de mis escasos conocimientos del tema- es un formidable ejercicio de arte: el enfoque, el encuadre, la estilización y sencillez de ornamentos.

Muchas gracias Desiderio, eres muy atento y amable.
Entro poco en Llanillo por la sencilla razón de que, pienso, que nos lee poca gente y la verdad es que la participación es escasa.
No obstante hoy encuentro este escrito tuyo que me ha hecho sentir francamente bien, así como los comentarios de Victoria que es natural de La Nuez de Arriba donde, tambien, vivió mi padre con su numerosa familia algunos años.
Ya sabes que los pastores se "ajustaban" cada año por San Pedro, más o menos. Y era de ahí de donde partía el hecho de cambiar o no de residencia.
En Llanillo residió mi familia unos cuatro años y recuerdo perfectamente que vivia al otro lado de la carretera, donde hay actualmente un parquecito infantil.
Guardo entrañables recuerdos de generosidad y buenas maneras de unas gentes humildes pero de corazón noble y puro como el cielo Castellano, que diría el poeta.
La fotografía se la hizo a mi padre un señor que llegó de Madrid visitando esta hermosísima comarca y tuvo la gentileza de hacersela llegar meses despues. Por aquel entonces yo estaba en Zaragoza cursando magisterio y me la regaló como algo preciado para él que he guardado por muchos años y hoy ocupa un lugar preferente en mi albúm familiar.
Un agradecido y cordial saludo Desiderio.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Estimada Charo: somos pocos pero, en ocasiones, aparece gente en estos foros de muy lejos; y eso anima. De todos modos si los pocos que intervenimos nos desallentamos hemos de hacer aquello de "apaga y...".
Yo estos días me he alegrado mucho -aún no se lo he dicho- porque un forero, valiente y entregado, natural de Fuente Úrbel, se va a entregar de cuerpo y alma a nuestra pequeña tierra. Espero que se le dé mucho apoyo. Personalmente, este verano, cuando vaya por mi querido Hoyos, intentaré dar ... (ver texto completo)