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LA NUEZ DE ARRIBA: Mierda, la alarma del móvil, joder! Mierda de Lunes,...

Javier siguió andando, animándose ante una corta minifalda y desanimándose al pensar lo bien que le quedaría a Marta algo así, seguía animándose al ver los escaparates y se desanimaba al ver esa pulsera de plata que quería comprar a Marta la semana pasada para pedirle que se fueran a vivir juntos. Porque Javier pensó que para solucionar sus problemas lo mejor seria que fueran a vivir juntos a un piso de alquiler.

De pronto, en un arrebato de locura incitada por un momento de cordura que a su vez fue incitado por un animo repentino al encender un cigarro salió corriendo desandando su camino, apartando a la gente en su carrera. Sonreía en su pequeña maratón y se decía a si mismo: He de vivir, he de vivir, ja ja ja ja. salió como una bala de Preciados y entro en Callao, bajo de nuevo la Gran vía en dirección a la Plaza de España, cruzo la calle con los coches zumbándole al lado mientras pitaban, siguió bajando y giro a la derecha y en 10 minutos se vio en el metro de noviciado. pensó: uff que locura de carrera, pero esta es mi noche, estoy seguro, esta es mi noche. Se encamino por la calle libertad hasta la Sala Libertad 8.

Entro por la puerta esperando, que como le había dicho Rodrigo, aquel tal Marwan fuera la caña y le animara a seguir para delante. Pago su consumición y entro en una pequeña sala abarrotada y tuve que quedarse de pie atrás de la sala, camuflado por la oscuridad con una copa de Brugal entre sus manos. Empezó el concierto entre gritos de guapo!, corazón!, quiero un hijo tuyo!, Ole di que sí, canción a mi padre! Y a Javier le sorprendió seguidores tan fieles, aunque se sorprendió que fueran mas las seguidoras. Marwan empezó muy gracioso, contando sus aventuras y desventuras por Madrid, sus amores o lo salido que andaba con esto de que fuera Abril y primavera. A Javier le mocionaban las canciones como nunca le había emocionado ninguna música, una simple voz, una simple guitarra y una letra que le punzaba el medio corazón que cada vez le latía con mas fuerza. En algún momento rompió a llorar sin que nadie le viera, o eso creyó. había merecido la pena la carrera que le llevó allí, había merecido entrar, había merecido la pena porque Javier ya no pensaba en Marta.

Acabado el concierto Javier salió el primero por a puerta mientras encendía un cigarro, pero el mechero no le funcionaba- mierda de piedra, pensó- y de pronto una llama se materializó delante de sus ojos, levanto la vista y vio una enorme sonrisa detrás de la llama.

- Gracias, dijo Javier entre cortado

- De nada, dijo una dulce voz aflautada y dulce como las cerezas maduras, -soy Estrella

- Hola, yo soy Javier, con una voz que le pareció mas la de un niño que la suya propia.

- ¿que tal? Te vi atrás en el concierto, llorando, ¿té a emocionado Marwan? es lo normal, a mí también me emociona, es tan majo y tan bueno…

- Cuéntame mas sobre Marwan

En aquel momento salía Rodrigo, y le saludo levantando su brazo y diciendo, eh, tío! pero desapareciendo entre la gente un segundo después. Javier volvió a fijar la vista en Estrella que lo miraba con sus ojos vidriosos. - Cuéntame mas de Marwan, por favor, dijo Javier, y se encaminaron hacia Gran vía buscando un sitio tranquilo para hablar de su más reciente descubrimiento. Hablaron durante horas y horas, no solo de Marwan, sino sobre ellos, sobre sus vidas, sobre sus amores y desamores, sus gustos… Hablaron de todo y Javier se olvido de todo, rió, pensó, fue gracioso y amable como hacia mucho que no era, brugal tras brugal encerrado por palabras suaves que invitaban a acercarse al otro interlocutor.

Pronto amanecería en Madrid, pero Javier no pensaba ya en oscuridades, no pensaba ya en Marta y que esta le llamaría a pesar de estar toda la noche esperando su llamada para que quedaran a hablar, ya no quedaba nada de eso, solo quedo un Javier sonriente que acompañaba del brazo a Estrella a su casa en Alonso Martínez. Al llegar a la puerta de casa de Estrella, Javier solo estaba deseando poder besarla, ella empezó a juguetear con las llaves y no había decisión.

-bueno…. este es mi móvil por si quieres que quedemos a tomar algo

-toma, este es el mío, dame un toque porfa

-gracias, lo haré, Estrella.

Javier se dio la vuelta pensando que había acabado ese sueño y volviendo a su mirada la sombra que el pensamiento de Marta le imponía. Pero Estrella le llamo: - Javi, tengo algo para ti. Javier se detuvo sin volverse, pensando que seria aquello que tenia para él, pensó mil cosas, desde un beso hasta una pulserilla de recuerdo y fue lo primero. Javier volvió los tres pasos que había dado y se acerco a ella, la abrazo y sintió que de nuevo su corazón latía completo con su medio corazón y el medio de ella, retiro un poco la cabeza, apartó su rubio pelo mientras ella miraba hacia abajo, levanto suavemente la barbilla de Estrella y junto sus labios a los de aquel ángel que le había llovido del cielo una noche como aquella. Fue un beso largo, apasionado a veces, con fuerza mientras se apretaban mas, y otras fueron besos suaves en la boca, envueltos en mil sonrisas y mil mariposas y con millones de “te quiero”, “me gustas” y “no te vayas”.

pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi pi

Mierda, la alarma del móvil, joder! Mierda de Lunes, menos mal que hoy acaba ya Abril, cojones, que asco de todo, menudo sueño que he tenido, es lo único alegre desde hace mucho.

Javier había despertado de aquel sueño, aquel que le hizo sonreír mientras dormía, si Marta le hubiera visto, aquel que cuando despertó se desvaneció dejándole de nuevo con su amarga vida de trabajo sin amor, de amigos sin pasión y un hueco en el pecho, con su medio corazón

CONTINUARÁ…