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LA NUEZ DE ARRIBA: LA ACTITUD FESTIVA Y JOCOSA EN LOS CANTOS DE TRABAJO...

LA ACTITUD FESTIVA Y JOCOSA EN LOS CANTOS DE TRABAJO

Frente a la dureza de la vida en el campo -dureza que se convierte, en más de una ocasión, cuando la tierra no es de quien la trabaja, en explotación-, el trabajador puede optar por dos salidas o soluciones diferentes en su canción y en su poesía: puede enfrentarse con el arma de su voz a la angustiosa realidad que le circunda -dando lugar al canto social, de reivindicación, que veremos más adelante-- o puede adoptar una posición escapista, casi cínica, empleando el canto festivo como instrumento de aislamiento, de huida; es esta segunda solución la que vamos a ver en esta división del trabajo. Sin embargo, y a pesar de lo señalado, la canción jocosa (11) no siempre es señal de aislamiento consciente; puede ser carácter crítico o signo de alegría y contento, producto del trabajo terminado y del descanso revitalizador.

Veamos, en primer lugar, algunos ejemplos de ésto que indicamos en último término: la canción festiva, desenfadada, como muestra de alegría ante el trabajo finalizado, ante el descanso y la diversión.

Joaquín Díaz recoge en "Tierra de Pinares" (12) un Canto de Vendimia que, junto a un estribillo digno de mencionar en el anterior apartado por su belleza y lirismo -"Con la luna, madre, / con la luna iré, / con el sol no puedo / que me quemaré"-, contiene algunos párrafos ideales para señalar lo expuesto
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
" ¿Qué hacen ahí esos mirones
que no salen a bailar?
Que dejen a las paredes
que ellas solas se tendrán" (13).

Los vendimiadores, después de recolectar la uva y dejar el sudor en los terrones, intentan aliviar su fatiga con el baile, incitando al compañerismo y a la diversión solidaria. La canción es motivo y tema de este Canto de Vendimia, con idéntico objetivo que el baile

"Aunque estuviera cantando
un año con trece meses
si no me diera la gana ... (ver texto completo)