.
Allá en el Sur de España, en un cortijo,
un niño le ha nacido al emigrante,
y hoy la ternura ahoga amenazante
aquí a su padre, huérfano de hijo.
Se llama el español Pedro Clavijo,
clavo sin compasión, piedra aplastante,
espada en su mirada acariciante
y lágrimas de rabia y regocijo.
Para pensar los rasgos de su niño
recuerda a su mujer, y así adivina,
por hoy, una carita sin historia.
Mas no, que se equivoca su cariño:
vuelve a su esposa y ya casi no atina,
pues hasta allí le falla la memoria.
Munich, 6 de enero de 1962
Allá en el Sur de España, en un cortijo,
un niño le ha nacido al emigrante,
y hoy la ternura ahoga amenazante
aquí a su padre, huérfano de hijo.
Se llama el español Pedro Clavijo,
clavo sin compasión, piedra aplastante,
espada en su mirada acariciante
y lágrimas de rabia y regocijo.
Para pensar los rasgos de su niño
recuerda a su mujer, y así adivina,
por hoy, una carita sin historia.
Mas no, que se equivoca su cariño:
vuelve a su esposa y ya casi no atina,
pues hasta allí le falla la memoria.
Munich, 6 de enero de 1962