Memoria de Dios en que se integran
su salvación e irrupción en nuestra
historia
presente resucitado en que se alegran
los ángeles y
santos en la gloria.
Abierto en la liturgia que perdura
a la
fiesta de Dios que no se acaba
eres memoria divina que asegura
el Oriente que alumbra nuestras almas.