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LA NUEZ DE ARRIBA: III Inutilidades del Yo...

III Inutilidades del Yo

La juventud resultaría, entonces, un larguísimo concepto en su tribu inquieta de significantes. Un coup de des, para parafrasear a Mallarmé, pero vindicando la etimología árabe de dado: Azar. También parecería lamer en las márgenes de su propia alteridad, de los "desechos" de un yo inasible, furiosamente mutable, para descomponerse luego en un doble extrañamiento que la revele ilusión de integridad y memorial sísmico. Porque si todas "las edades del hombre" son posesas de un hambre que las nutre o las desquicia por igual, dentro de ellas la juventud se erige en espejo azogado de esta obsesión: alienante rebeldía adorada por el mismo sujeto que la padece, busca de verdad a pleno sol de los deslumbramientos, conjunción tanática y orgásmica danzando por encima de un panteón de dioses falibles cada vez, crasa e incompleta cuando explora - sobre todo, navega- la fresca piel criminal de la especie. Yo es tú, nos recuerda quien precisamente abjuraría de sus preocupaciones juveniles: Arthur Rimbaud.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
IV. Inutilidad de una agonía

Tan inútil como una niebla clara alrededor de un bosque. Así se me presenta la agonía de la juventud: la música de su éxtasis, y luego el golpe en la piel.