¿Va a
comprar su pavo de
Navidad? - preguntó un
amigo.
No. Hot dogs - respondió el hombre.
Después explicó cómo, años atrás, un fracaso rotundo en sus negocios le había quitado toda su fortuna. Había tenido que enfrentar la Navidad sin trabajo ni dinero para regalos, y con menos de un dólar para comprar
comida.
Ese año, él, su esposa y su hija pequeña dieron las gracias antes de cenar y comieron hot dogs.
Toda una jauría de ellos -
rió.
... (ver texto completo)