Más de lo mismo.
Los pordioseros
Eran personas que, en aquel tiempo de postguerra, recorrían los pueblos ejerciendo de mendicidad. Las mujeres, generalmente, venían con un cuévano a las espaldas, y los hombres, con unos sacos en los que recogían las limosnas. Iban vestidos andrajosamente, descuidando el extremo la limpieza personal. Nosotros les llamábamos "los pobres". Iban de puerta en puerta pidiendo limosna y las gentes solían darles patatas, algún dinero o pan, que lo recibían besándolo piadosamente. De noche solían quedarse en el pueblo. Los vecinos los recibían en casa siguiendo un orden llamado "cánima". Una cruz de madera que se pasaba de unas familias a otras indicaba que, cuando llegaba a casa, tocaba en suerte recibir al pobre. A esta cruz se la denominaba "la cruz del pobre".
De ordinario, ningún vecino dejaba de recibir en su casa a los mendigos.Éstos, por su parte, no solían abusar de la confianza de sus hospederos.
Los pordioseros
Eran personas que, en aquel tiempo de postguerra, recorrían los pueblos ejerciendo de mendicidad. Las mujeres, generalmente, venían con un cuévano a las espaldas, y los hombres, con unos sacos en los que recogían las limosnas. Iban vestidos andrajosamente, descuidando el extremo la limpieza personal. Nosotros les llamábamos "los pobres". Iban de puerta en puerta pidiendo limosna y las gentes solían darles patatas, algún dinero o pan, que lo recibían besándolo piadosamente. De noche solían quedarse en el pueblo. Los vecinos los recibían en casa siguiendo un orden llamado "cánima". Una cruz de madera que se pasaba de unas familias a otras indicaba que, cuando llegaba a casa, tocaba en suerte recibir al pobre. A esta cruz se la denominaba "la cruz del pobre".
De ordinario, ningún vecino dejaba de recibir en su casa a los mendigos.Éstos, por su parte, no solían abusar de la confianza de sus hospederos.