Luz ahora 0,03300 €/kWh

LA NUEZ DE ARRIBA: El pan y el refranero...

El pan y el refranero

Una de las estampas que mayor impronta nos dejó nuestra España más clásica, la del siglo de oro de la pintura, de la literatura y de la mística, de pícaros, lazarillos, bachilleres, dómines y otros personajes de la plaza y el mesón, de títulos con sangre limpia y de cristianos viejos... fue, sin duda, la aventura diaria de comer.

Desde entonces, o quizá mucho antes, el noble acto de comer resultó un duro ejercicio para buena parte de la población, que se las veía y se las deseaba para acostarse sin retortijones de tripas. De aquella época en la que echarse algo sustancioso al estómago, por no decir comer, que resulta actividad más solemne, y no digamos a diario, no era cosa baladí se instaló en la parla diaria de los españoles constantes alusiones a esta incierta actividad que, por lo visto, estaba reservada a los agraciados que dirigían sus pasos en torno a la corte, a la religión y a la milicia.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Con semejantes cortedades, no resulta extraño que la comida y, como símbolo de máxima representación, el pan, alcanzara en el lenguaje cotidiano de los españoles un punto de referencia absolutamente permanente no ya para expresar aspectos relacionados con su función de primer alimento sino, y aquí es donde radica el gran papel desempeñado por el pan en la lengua española, como punto central para expresar sentimientos, conductas y valoraciones de todo tipo dentro de nuestra vida diaria. De este modo ... (ver texto completo)