Abuelos
A esos hombres y mujeres
con la piel atormentada,
por aventuras vividas
en su mente reflejadas.
Las arrugas de su cuerpo
son los surcos de un arado
que van marcando su vida
y su sangre van secando.
Su cuerpo ya se marchita
cual árbol seco y caido
sin emitir un quejido.
Ellos que tanto lucharon
que se gastaron su vida
en conseguir que sus hijos tubiesen una salida
A esos hombres y mujeres
con la piel atormentada,
por aventuras vividas
en su mente reflejadas.
Las arrugas de su cuerpo
son los surcos de un arado
que van marcando su vida
y su sangre van secando.
Su cuerpo ya se marchita
cual árbol seco y caido
sin emitir un quejido.
Ellos que tanto lucharon
que se gastaron su vida
en conseguir que sus hijos tubiesen una salida
Ahora se sienten ancianos
con la vida ya perdida
necesitan nuestros brazos
nuestro amor y nuestra dicha.
Su memoria ya se pierde
en calles de una avenida
que se estrecha con el tiempo
y ya no encuentra salida.
Son hombres trabajadores
no pueden vivir parados,
han luchado ya en la guerra
han reido y han llorado
y no quieren verse ahora
como seres relegados
con la vida ya perdida
necesitan nuestros brazos
nuestro amor y nuestra dicha.
Su memoria ya se pierde
en calles de una avenida
que se estrecha con el tiempo
y ya no encuentra salida.
Son hombres trabajadores
no pueden vivir parados,
han luchado ya en la guerra
han reido y han llorado
y no quieren verse ahora
como seres relegados
A esos abuelos ancianos
que me enseñaron a amar
que me entregaron su vida
y me dieron la verdad,
Ahora que yo mas los quiero
cuando mas me necesitan
yo les dedico el poema
mas hermoso de mi vida.
amana
que me enseñaron a amar
que me entregaron su vida
y me dieron la verdad,
Ahora que yo mas los quiero
cuando mas me necesitan
yo les dedico el poema
mas hermoso de mi vida.
amana
! Hola Victoria, feliz domingo! Vengo con mi saludo, después de repasar, algún otro lugar, y leyendo los tres poemas que me preceden, me concentro:
ME REGRESO A UNA TARDE
desde mi surco largo,
a la hoz y el trigo,
a la paz del campo...
y el barbecho amigo.
Y me lloran y cantan las canas
ha ruiseñores perdidos
Y me duelen aquellas madrugadas
penando por los caminos.
Hasta el canto de la cigarra,
en el roble o el olivo´
me despierta en aquellas auras.
mi surco,: mi surco herido..
Desde mis sienes ya blancas
pronuncio los mil suspiros
que pronunció en la besana
aquella mi voz de niño.
Desde ellas plato mil rosas.
perfumadas y mil lirios
crecen en las sendas largas...
Y ríe y llora un chiquillo
por las cuestas empinadas
muy tiritando de frío
en el peso de su atada,
mil lágrimones, antiguos.
J. M. (LIBERTAD)
ME REGRESO A UNA TARDE
desde mi surco largo,
a la hoz y el trigo,
a la paz del campo...
y el barbecho amigo.
Y me lloran y cantan las canas
ha ruiseñores perdidos
Y me duelen aquellas madrugadas
penando por los caminos.
Hasta el canto de la cigarra,
en el roble o el olivo´
me despierta en aquellas auras.
mi surco,: mi surco herido..
Desde mis sienes ya blancas
pronuncio los mil suspiros
que pronunció en la besana
aquella mi voz de niño.
Desde ellas plato mil rosas.
perfumadas y mil lirios
crecen en las sendas largas...
Y ríe y llora un chiquillo
por las cuestas empinadas
muy tiritando de frío
en el peso de su atada,
mil lágrimones, antiguos.
J. M. (LIBERTAD)