Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.
Yo veo, los afilados cuchillos del hambre
clavados en ojos niños,
en oscuros ventanales.
Y rotos sus mil caminos...
y las silenciosas torres
en el viento del olvido.
Y las gargantas hambrientas,
y primaveras sin lirios...
y una mirada despierta,
y sobre escombros mil gritos
de muerte, y sangra la Tierra
por no se que sol furtivo.
Y mil melodías rotas,
y miles de sueños heridos
Y polvo, en el camino, y sombras...
las de siempre en los caminos.
Y Haiti: Haiti que llora
porque en la Tierra rugidos.
J. M. (LIBERTAD)
clavados en ojos niños,
en oscuros ventanales.
Y rotos sus mil caminos...
y las silenciosas torres
en el viento del olvido.
Y las gargantas hambrientas,
y primaveras sin lirios...
y una mirada despierta,
y sobre escombros mil gritos
de muerte, y sangra la Tierra
por no se que sol furtivo.
Y mil melodías rotas,
y miles de sueños heridos
Y polvo, en el camino, y sombras...
las de siempre en los caminos.
Y Haiti: Haiti que llora
porque en la Tierra rugidos.
J. M. (LIBERTAD)
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