Sus voces temblorosas como con miedo,
y sus miradas tristes,
que se pierden por los senderos,
y en sus bolsillos la soledad como fiel compañera,
sus pasos lentos y perdidos no son capaces
de correr tras la ilusión que han perdido,
si no, son mentes débiles,
que los llevan a un mundo oscuro,
donde cada día, es como un abismo,
que los lleva a caminar como ciegos,
sintiendo como martillazos de dolor,
angustia, y confusión,
entre los rincones oscuros y un sol de color violeta,
no es capaz de guiarlos
hacia la claridad de donde ellos pertenecen.
y sus miradas tristes,
que se pierden por los senderos,
y en sus bolsillos la soledad como fiel compañera,
sus pasos lentos y perdidos no son capaces
de correr tras la ilusión que han perdido,
si no, son mentes débiles,
que los llevan a un mundo oscuro,
donde cada día, es como un abismo,
que los lleva a caminar como ciegos,
sintiendo como martillazos de dolor,
angustia, y confusión,
entre los rincones oscuros y un sol de color violeta,
no es capaz de guiarlos
hacia la claridad de donde ellos pertenecen.
Y te alejaste hasta colores imposibles
con un! adiós! de tus labios fríos,
hostil, e impaciente,
abandonando, nuestros caminos niños...
Y regresaste de tu soledad
y me llamaste de nuevo amigo,
chorreándo lagrimas...
! Toma, mujer-te dije´-
para ojos que lloran
tengo mi pañuelo limpio
con un! adiós! de tus labios fríos,
hostil, e impaciente,
abandonando, nuestros caminos niños...
Y regresaste de tu soledad
y me llamaste de nuevo amigo,
chorreándo lagrimas...
! Toma, mujer-te dije´-
para ojos que lloran
tengo mi pañuelo limpio