Me contaron una vez una historia, que os paso a relatar. Es cortita os llevara dos minutos su lectura. Con ella ya me despido hasta otro rato.
Habia una vez un obrero que trabajaba en la fábrica y sus ratos libres o de fin de semana se iba al pueblo a cultivar las tierras, este buen señor estaba casado y tenia mujer e hijo. Llegando el verano, con las vacaciones de la fábrica se iba al pueblo a recojer la cosecha, pero aquel año la mujer le dijo --"yo me voy de vacaciones a las islas, allí estare, y si sale a tiro algún pretendiente mejor, allí me quedo, así que tú sabras lo que haces".
Aquel buen señor se quedó con la mosca detrás de la oreja y se lo penso dos veces antes de volver de nuevo al campo.
Aquel año mandó cosechar sus tierras y fue el último año que hizo pluriempleo.
"EL QUE MUCHO ABARCA, POCO APRIETA"
Habia una vez un obrero que trabajaba en la fábrica y sus ratos libres o de fin de semana se iba al pueblo a cultivar las tierras, este buen señor estaba casado y tenia mujer e hijo. Llegando el verano, con las vacaciones de la fábrica se iba al pueblo a recojer la cosecha, pero aquel año la mujer le dijo --"yo me voy de vacaciones a las islas, allí estare, y si sale a tiro algún pretendiente mejor, allí me quedo, así que tú sabras lo que haces".
Aquel buen señor se quedó con la mosca detrás de la oreja y se lo penso dos veces antes de volver de nuevo al campo.
Aquel año mandó cosechar sus tierras y fue el último año que hizo pluriempleo.
"EL QUE MUCHO ABARCA, POCO APRIETA"