De acuerdo a la sabiduría de varios pueblos ancestrales, nuestro cuerpo y sus órganos sienten y piensan. Por ejemplo, en el conocimiento ancestral Inca todo es reciprocidad. Uno enferma cuando se llena de energía pesada debido a excesiva alimentación o por tener actitudes o pensamientos negativos que impiden el flujo normal de la energía. Por ello, en las curaciones se pide al individuo que se armonice mediante practicas apropiadas para que el flujo energético se equilibre y la parte del cuerpo afectada ... (ver texto completo)
Sin embargo, descubrimientos científicos recientes revelan que la sabiduría del cuerpo es un punto de acceso a dimensiones ocultas de la vida: invisibles, pero innegables. Agunos investigadores médicos empezaron a aceptar este hecho a mediados de los años ochenta – anteriormente se consideraba que la capacidad de la inteligencia era exclusiva del cerebro – porque se han descubierto indicios de inteligencia en los sistemas inmune, digestivo y otros. Se ha descubierto que existen tipos de receptores inteligentes no sólo en las células cerebrales, sino en todas las células del cuerpo.
Cuando comenzaron a observar las células del sistema inmunológico, las que protegen contra el cáncer, las infecciones, etc., encontraron receptores de los mismos tipos que hay en el cerebro. En otras palabras, las células inmunológicas que te protegen del cáncer y de las infecciones, están literalmente vigilando cada pensamiento, cada emoción, cada concepto que emites, cada deseo que tienes. Es decir, cada pequeña célula TB del sistema inmunológico produce las mismas sustancias químicas que produce el cerebro cuando piensa.
De modo que ahora hay científicos que consideran que las células inmunológicas son pensantes. No tan capaces de tantas funciones como las células cerebrales, pero sí que piensan, sienten, se emocionan, se alegran, se entristecen, etc., generando reacciones según el caso. Lo cual es una de las principales causas de estrés y de varias enfermedades graves. Es mas, cuando nos deprimimos las reacciones negataivas aumentan al igual que las consecuencias. (A seguir ... (ver texto completo)
Cuando comenzaron a observar las células del sistema inmunológico, las que protegen contra el cáncer, las infecciones, etc., encontraron receptores de los mismos tipos que hay en el cerebro. En otras palabras, las células inmunológicas que te protegen del cáncer y de las infecciones, están literalmente vigilando cada pensamiento, cada emoción, cada concepto que emites, cada deseo que tienes. Es decir, cada pequeña célula TB del sistema inmunológico produce las mismas sustancias químicas que produce el cerebro cuando piensa.
De modo que ahora hay científicos que consideran que las células inmunológicas son pensantes. No tan capaces de tantas funciones como las células cerebrales, pero sí que piensan, sienten, se emocionan, se alegran, se entristecen, etc., generando reacciones según el caso. Lo cual es una de las principales causas de estrés y de varias enfermedades graves. Es mas, cuando nos deprimimos las reacciones negataivas aumentan al igual que las consecuencias. (A seguir ... (ver texto completo)
