Compramos energía a futuro

LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

La entrada al pueblo Nº 1
Foto enviada por Victoria Serna,

Buenas noches amig@s que visitais el foro de La Nuez de Arriba
feliz noche de jueves y que disfrutreis del fin de semana
besos y abrazos
Borrarte de mi vida no puedo

Quisiera borrarte de mi vida

pero no puedo

dejaste huella en ella

aunque no lo creas,

dejastes tus besos en mis labios,

dejaste tus caricias en mi cuerpo

y tu aroma en mi piel,

como borrarte de mi vida si no puedo,

tus besos, tus caricias, y tu aroma

aun lo siento en todo mi ser,

quiero imaginar otros besos,

otras caricias, otro aroma

pero no puedo, no puedo,

porque cuando hago eso

siento tus besos, tus caricias

y tu aroma por todo miser

por eso borrarte de mi vida

no puedo. ... (ver texto completo)
El viento no tiene manos

cuando mi cintura enlaza

y oprime, ardiente, mis pechos

en su sensual alharaca
Casa, viña y potro, hágalo otro
Se trata de tres cosas de larga y costosa realización, de ahí que el refrán aconseje adquirirlas ya terminadas.
Pan para hoy y hambre para mañana
Se refiere a las cosas que tienen muy poca consistencia en la vida.
Cuando el gato no está los ratones bailan
Expresa el cambio de actitud de los subordinados cuando los jefes se ausentan.
El diente miente, la cana engaña, pero la arruga no ofrece duda.
Una ilustrativa formas de aludir a la edad avanzada de las personas.
Por la peana se adora al santo
Este refrán puede tener una doble lectura. Como sabemos, en la peana de los santos suele estar el llamado "cepillo" o caja de las limosnas, con su ranura al frente. El sentido de adorar cobra aquí el acto de depositar la limosna, de tal forma que, a mayor cantidad de dinero, a mejor acto de adoración al santo. Por otro lado, el refrán alude a que muchas veces se regala un objeto para recibir algo a cambio.
Día de mucho, víspera de nada
He aquí una de las muchas ocasiones en las que el refranero español llama la atención sobre la inestabilidad de los bienes terrenales, advirtiendo que tras la abundancia excesiva suele aparecer la inevitable escasez.
Donde comen dos comen tres, si hay comida para cuatro.
El refrán critica la costumbre generalizada que nos hace creer que, ante inesperados comensales a la hora de la comida, el problema está resuelto por pensar que ésta es más que suficiente. La realidad es que en estas ocasiones, por las razones que fueren, la comida de dos repartida entre tres, hace que no coma bien ninguno, de ahí que ante la llegada de un nuevo comensal la comida parece reducirse, mientras las ganas van en aumento. Y es que, ... (ver texto completo)
No hay ninguno tan pobre que la muerte no le sobre
Nuestro refranero acostumbra a ironizar con la miseria, para mostrarnos que en ocasiones, pese a la extrema pobreza o necesidad, hay cosas que no se desean. En un sentido general, el refrán se refiere a que los males no son santo de devoción de nadie. Como en tantas otras ocasiones, el refrán alude al gran valor de la salud, principal riqueza de los humanos.
Al más ruín puerco, la mejor bellota
Clásico refrán que nos dice que las más de las veces los que menos se lo merecen consiguen las mejores cosas.
A enemigo que huye, puente de plata
Nos indica la disposición que hemos de tener para facilitar una retirada ventajosa para las personas que nos están haciendo o nos pueden hacer algún mal o daño, hasta el punto de adoptar cualquier medida para acelerar su desaparición ante nosotros, tendiendo, como indica el refrán, un puente de plata. Otro refrán que expresa la misma idea: A enemigo que huye, diez bendiciones. En cualquier caso, el buen trato al enemigo está presente con tal de su marcha.
Pan que sobre, carne que baste y vino que falte.
Expresa claramente las proporciones que han de observarse para tres de los principales artículos de nuestra alimentación.
La palabra y la piedra suelta no tienen vuelta
El saber popular insiste en la necesidad de la prudencia al hablar. En este refrán la palabra se coloca junto a un objeto tan contundente como es la piedra, significando así el peligro de no sujetarse la lengua en determinadas ocasiones.