Hoy yo sé que enmudeces sin tránsito perdida
bajo el dolor oscuro de tu triste abandono.
Desiertos tus hogares, arrancadas sus puertas,
al silencio te clavan con soledad de rumba.
Se aprietan en tus sienes tus altas chimeneas,
levantando su olvido por coronar tu muerte.
Desuncido el caballo junto al carro dormita.
Ni una voz se levanta, ni una brizna en el viento.
... (ver texto completo)
Ciudad, ¿qué mundo habitas? ¿En qué
cielo padeces?
¿Sin pulsos y sin pájaros de tu suerte te olvidas?
Mira: yo bien conozco las alas del futuro
que sobre ti se cierne prometedor y hermoso,
No busques en tu espalda, que el haberle perdido
quizás más fuertemente haga nacer tu gloria:
roja
flor da el granado y al perderse sus pétalos
crece el
fruto jugoso que hace curvar la rama.
... (ver texto completo)