Compramos energía a futuro

LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

rio urbel (nº 4)
Foto enviada por Victoria Serna,

Lo que se pierde a la salida del sol se recupera a su puesta.
La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor. Johann W. Goethe
La naturaleza vuelve a los hombres elocuentes en las grandes pasiones y en los grandes intereses. Voltaire
Pues creo que la iglesia de ahora le está faltando el respeto a Paulo VI.

Un abrazo, Victoria.
Buenas tardes Elmaestro
Hayyyyyyyyyyyyy yo de esto no opino
Un abrazoooooooooooo
La Iglesia no se propone, ni lo hace, intervenir en los asuntos y en los intereses que tocan a los poderes temporales, ni por ende, en los menesteres de la política. Paulo VI
Pues creo que la iglesia de ahora le está faltando el respeto a Paulo VI.

Un abrazo, Victoria.
La Iglesia no se propone, ni lo hace, intervenir en los asuntos y en los intereses que tocan a los poderes temporales, ni por ende, en los menesteres de la política. Paulo VI
La humanidad avanza gracias no solo a los potentes empujones de sus grandes hombres, sino también a los modestos impulsos de cada hombre responsable. Graham Greene
La hora mas sombría no dura mas de 60 minutos. Andre luguet
"Y el hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza".
"Es infinitamente mas bello dejarse engañar diez veces que perder una vez la fe en la Humanidad".
Y no cuentan las crónicas añejas
de aquesta triste y amorosa hazaña,
si halló asilo Leonor tras de las rejas
de algún convento de la Nueva España.
Tan fútil como todas las consejas,
si ésta que narro a mi le lector extraña,
sepa que a la mansión de tal suceso,
llama la gente: "El Callejón del Beso".
Leonor, a todos sollozando invoca
y les pide la lleven al convento
junto a Manrique, en cuya helada boca
un beso puede renovar su aliento.
Todos claman oyéndola: " ¡Está loca!"
y ella, fija en un solo pensamiento
convulsa, inquieta, lívida y turbada
cae, al ver a su padre, desmayada.
La dama, al contemplar el cuerpo inerte
en el dintel de su mansión caído,
maldiciendo lo negro de la suerte,
pretende dar el beso apetecido.
Llora, solloza, grita ante la muerte
del hombre por su pecho tan querido,
y antes de que bajara hasta la puerta
la gente amedrentada se despierta.
Manrique, entonces la cabeza inclina,
siente que se estremece aquel recinto,
y sacando una daga florentina,
que llevaba escondida bajo el cinto
como un tributo a la beldad divina
que amó con un amor jamás extinto,
altivo, fiero y de dolor deshecho
diciendo:-"Adiós, Leonor", la hundió en su pecho
El ave canta aunque la rama cruja porque conoce lo que son sus alas. Santos Chocana