Ahí en la tierra de tu piso, aún resuenan los pasos de mis mayores, y las risas de los nietos... (hoy ya hombres) y los afanes de mi Madre por tener la casa limpia.
Había en esa gran casa tantos y tantos recuerdos, unos gratos, otros tristes, como va siendo la vida.
Ahí también se quedó la energía y el amor de mi Madre, y la dulce comprensión del mas tierno de los Padres.
Había casi al fondo de la casa, dos tupidas bugambilias, y a su sombra en verano, mi Padre leía y leía, y mi Madre con ... (ver texto completo)
Había en esa gran casa tantos y tantos recuerdos, unos gratos, otros tristes, como va siendo la vida.
Ahí también se quedó la energía y el amor de mi Madre, y la dulce comprensión del mas tierno de los Padres.
Había casi al fondo de la casa, dos tupidas bugambilias, y a su sombra en verano, mi Padre leía y leía, y mi Madre con ... (ver texto completo)
Nada queda... solo una pared muy triste y un piso que no es el mismo, una soledad muy grande que les hace compañía.
Y de aquella casa grande de tan bonitos helechos y tupidas bugambilias, solo queda en mi memoria el más hermoso recuerdo.
¡Ay! que tristeza sentí al ver que ya nada queda, de lo que un día fue...
MI CASA.
Carmen Gómez de Cedillo
Y de aquella casa grande de tan bonitos helechos y tupidas bugambilias, solo queda en mi memoria el más hermoso recuerdo.
¡Ay! que tristeza sentí al ver que ya nada queda, de lo que un día fue...
MI CASA.
Carmen Gómez de Cedillo
