HORTIGUELA: Salmo 104:1, 24, 29-31, 34...

Salmo 104:1, 24, 29-31, 34
1 ¡Alma mía, bendice a Yahveh! ¡Yahveh, Dios mío, qué grande eres! Vestido de esplendor y majestad, 24 ¡Cuán numerosas tus obras, Yahveh! Todas las has hecho con sabiduría, de tus criaturas está llena la tierra. 29Escondes tu rostro y se anonadan, les retiras su soplo, y expiran y a su polvo retornan. 30Envías tu soplo y son creados, y renuevas la faz de la tierra. 31 ¡Sea por siempre la gloria de Yahveh, en sus obras Yahveh se regocije! 34 ¡Oh, que mi poema le complazca! Yo en Yahveh tengo mi gozo.
Segunda Lectura
I Corintios 12:3-7, 12-13
3Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: « ¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: « ¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo. 4Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; 5diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; 6diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos. 7A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común, 12Pues del mismo modo que el cuerp


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