Marcel, cual seria aproximadamente, la 1ra vez que entre a ese foro, y tuviste la gentileza de recibirme, y atenderme, si lo encuentras, me lo recuerdas, por favor. Gracias
Angelica.
Angelica.
Buenos días a todos. Feliz Domingo.
Angélica: No sé con exactitud, cuanto tiempo, material llevas en nuestro foro, más eso no importa demasiado, sino que has vuelto una y otra vez a estar con nosotros; y eso, es lo verdaderamente importante. Mas supongo que a día de hoy tal vez ya pases del medio año.
Estamos muy contentos de que personas como tu, encontrándote tan lejos de nosotros, en esa ciudad de Búfalo nos "veas" a diario o casi. El tiempo que permanezco yo en esta web ya pasa de 7 años. Un abrazo de nuevo para ti y tu familia.
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Angélica: No sé con exactitud, cuanto tiempo, material llevas en nuestro foro, más eso no importa demasiado, sino que has vuelto una y otra vez a estar con nosotros; y eso, es lo verdaderamente importante. Mas supongo que a día de hoy tal vez ya pases del medio año.
Estamos muy contentos de que personas como tu, encontrándote tan lejos de nosotros, en esa ciudad de Búfalo nos "veas" a diario o casi. El tiempo que permanezco yo en esta web ya pasa de 7 años. Un abrazo de nuevo para ti y tu familia.
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e
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¿Quiénes somos?
Acuérdate de mí
[Poema - Texto completo.]
Lord Byron
Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor
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excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
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casi extinta, invisible, pero eterna…
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Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
